Tiempos de cambios

Luis Alberto del Castillo

Cronista Oficial de Algeciras

La romería marítima en honor de la Virgen de La Palma

El cronista oficial de Algeciras saca a la luz el informe que elaboró en 2010 sobre la fiesta popular y religiosa de la Patrona de la ciudad

La romería marítima en honor de la Virgen de La Palma.

La romería marítima en honor de la Virgen de La Palma. / Erasmo Fenoy

La Virgen de la Palma está asociada a antiguas tradiciones que la unen con unos fortísimos temporales de levante, típicos del Estrecho, que provocaron que el navío que pretendía transportarla a Portugal o a Italia se viera obligado a volver al abrigo seguro de Algeciras.

Ocurrió tantas veces, afirma la tradición, que se acabó interpretando que era deseo de Nuestra Señora de la Palma quedarse en nuestra ciudad como Celestial Patrona.

Con motivo del segundo de mis trabajos, solicitado como recién nombrado cronista oficial de Algeciras, surgió el modesto estudio, que mereció ser adjuntado a la Consejería de Turismo de la Junta de Andalucía y que ahora tienes en tus manos. Y he decidido dar a la luz tras más de diez años, gracias a estas páginas de Europa Sur, antes que el maldito coronavirus concluya enterrando la Génesis de la Romería Marítima en el olvido; v.gr.: el trazado del ferrocarril Algeciras-Málaga.

El informe

Informe sobre la Romería Marítima en honor de la Virgen de La Palma, que a solicitud del iltmo. tte. alcalde, delegado de Turismo y vicepresidente del organismo autónomo Fundación Municipal de Turismo, Don Javier Soto González, realiza el cronista oficial de la ciudad de Algeciras, Don Luis Alberto Del Castillo Navarro.

Prescindiendo de fervores marianos y del amor a nuestra ciudad, como cronista oficial para aproximarnos al fenómeno religioso, antropológico y popular de la Romería Marítima en honor de la Virgen de la Palma, Patrona de Algeciras, se precisa una mirada objetiva y desapasionada, única forma de acompañar el repertorio documental, que el Excmo. Ayuntamiento aporta a la Consejería de Turismo, Comercio yDeporte de la Junta de Andalucía, solicitándole la declaración de la Romería precitada, como Fiesta de Interés Turístico de Andalucía.

Una visión primera de esta manifestación de religiosidad popular, con gran trascendencia festiva, necesariamente la vincula con las tradiciones milenarias del Mediterráneo. 

Desde hace miles de años, todas las culturas mediterráneas, que han florecido en las riberas de este Mar Nuestro, padre acogedor la mayoría de las veces, pero también en ocasiones violento y sobrecogedor, han rendido culto religioso a divinidades femeninas, a diosas de la Fecundidad.

Deidades desde siempre asociadas a los ciclos estacionales, fundamento esencial de la vida ganadera, agraria y pesquera de las civilizaciones antiguas. Diosas, que siempre han descendido al inframundo, a las profundidades subterráneas para traer, para generar la vida. Clara simbología alusiva a la germinación de la semilla enterrada, a las crías extraídas del útero animal o a la pesca cobrada de las profundidades marinas.

Por supuesto, que también existieron deidades o semihéroes masculinos en los descensos al Hades o a los Infiernos. Herakles-Hércules y Orfeo, junto a Odiseo-Ulises son los más famosos en las tradiciones y en la literatura clásica greco-latina.

Sin embargo, en este caso concreto nos interesa resaltar la línea divinal femenina, que como una corriente viva e inagotable fluye desde la diosa mesopotámica Innana, a través de la egipcia, luego universal, Isis, hasta arribar a los cultos mistéricos eleusinos dedicados a Deméter y Perséfone o Core (la Madre y la Hija), griegas y los romanos en honor de sus equivalentes Ceres y Prosérpina.

En esta línea clásica, no podemos olvidar a las dos grandes diosas virginales griegas: Athenea Parthenos y Artemis; ésta última, hermana de Apolo, que es la Diana romana, la Diana Lucífera, la que porta la Antorcha, el Triunfo de la Luz; cuya fiesta, dato curioso y coincidente, se celebraba el 15 de agosto, fecha en la que la Iglesia Católica celebra la Asunción de la Virgen María a los cielos. Y es en ese día 15 de agosto, cuando Algeciras honra a su Patrona, la Virgen de la Palma, la Palma del Triunfo. Pero aún la coincidencia, veinticinco siglos después, es enorme: también a Diana, en sus cultos se practicaba la inmersión en ese día, baños en aguas de mar de sus fieles y devotos, como ritos lustrales.

En un segundo momento histórico, nuestra mirada contempla la tradición cristiana de romerías coincidentes con la primavera y el otoño, ritos equinocciales, y durante el solsticio de verano. Así, desde la primera y más antigua de España, asociada con el culto a Santa María de la Cabeza, hasta la más universal de la Virgen del Rocío, la Divina Pastora, la Blanca Paloma de Almonte.

En nuestra comarca goza todavía de reconocida fama, la Romería del Santísimo Cristo de la Almoraima; aunque en la actualidad haya perdido la popularidad que disfrutó entre la ciudadanía algecireña, durante los decenios de 1940 a 1960; cuando concitaba grandes concentraciones de fieles en su Santuario. Hoy, ese fervor se enfoca principalmente hacia El Rocío.

Tal vez, este declinar de la asistencia a la Romería del Cristo de la Almoraima entre la gente de nuestra ciudad, haya propiciado el nacimiento, desarrollo y arraigo de la Romería Marítima en honor de la Virgen de la Palma; que de las 300 personas asistentes a la primera, el 15 de agosto de 1975, se hayan convertido en más de 20.000 en el pasado 2009.

Finalmente, no podemos concluir este informe breve, emitido a petición de la Fundación Municipal de Turismo, sin mencionar las personas, que desde la Sección de Actividades Subacuaticas de la Sociedad Federada de Pesca Deportiva El Mero, iniciaron el proyecto de la citada romería marítima.

Podemos reflexionar como tras manifestaciones culturales costumbristas, con arraigo popular, consolidación turística y con marcado valor económico, aparece subyacente el fervor religioso y la visión emprendedora de unas pocas personas. En este caso concreto, en mi opinión existen tres hombres claves. El primero, don Felipe Navarro, que comandaba la primera promoción de los 12 escafandristas de El Mero; y, se deduce de la documentación de la expresada Sociedad, fue el padre de la singular idea, primera romería de este tipo celebrada en España.

El segundo, fue el Presidente de la Sociedad, don Juan Ricardo Delgado Silva. Los que le conocimos, sabemos de sus cualidades empresariales y de su inteligencia y don natural para captar el futuro de iniciativas populares y su trascendencia masiva. A esas virtudes, unía el saber delegar en el momento oportuno y puntual en las personas adecuadas. El tercer hombre fue el Padre Cruceira, que como pastor inteligente supo respaldar el valor popular y religioso de la iniciativa romera de El Mero.

De la conjunción de estas tres personas y de la devoción profunda a Santa María de la Palma que tiene la población algecireña, nace la comprensión objetiva de la consolidación de la Romería Marítima en Honor de la Virgen de la Palma, Patrona de Algeciras.

Algeciras, a quince de mayo de dos mil diez A.D..

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