Diafragma 2.8
Paco Guerrero
De facilidades
Andan mis patriotas de Vistalegre envilecidos porque al rey le ha dado por mojarse hasta las rodillas. De ese monarca al que piden que traiga a los Cien Mil Hijos de San Luis para que le peguen la patada en el culo a Sánchez, al que tildan de tibio con el Gobierno, pusilánime con el independentismo, poco enamorado de las Españas, quizá esperaba esta Españita de pulsera que iba a subirse al estrado de la Asamblea General de la ONU e iba a mandarle muchos besos y abrazos a Netanyahu y a ordenar que el buque que ha mandado el presidente para escoltar a la Flotilla de Gaza (ay…) en lugar de proteger hunda sus embarcaciones.
Tal vez creían estos leucocitos españoles que el rey iba a ignorar el embargo de armas y a anunciar el envío al amigo Bibi de dagas nazaríes y arcabuces medievales expuestos en la Real Armería para que siga el Ejército israelí masacrando al palestino. ¿O puede que los señores de Vox pensasen que Felipe VI iba a pedirle a Trump un pisazo con vistas al Mediterráneo en la nueva Riviera de Oriente Medio? Resulta que al rey le dio por tomar el camino de las verdades , como que condenar la repugnante barbarie no es criticar al judío, sino a un sionismo impío y deplorable impulsado por un puñado de pirados; o como que ya no vale como justificación el brutal atentado de Hamás, que, por otro lado, el iluminado español viene a comparar con un “imagínense que lo hubiera hecho ETA y el Gobierno se hubiera puesto a hacer saltar por los aires a vascos” cuando Hamás mató ese 7 de octubre a más gente que ETA en 40 años.
Ante esa declaración de Felipe VI despojada del oportunismo de muchos, digo, los patriotas han salido a decir que qué inocente el rey, que ha caído “en la trampa” de Sánchez; y otro tipo de allí cree que el monarca “ha sido abducido” por el presidente; y mi españolito valiente de bot de Twitter lo ha llamado Felpudo de mierda y demás ingeniosidades. Ahora ya sabemos que el problema de esta tropa no es que Felipe VI no se moje, sino que no se meta en su piscina.
De Sánchez dicen algunos que le sobra el rey, que, como la bestia acorralada que es, su carácter plebiscitario lo llevaría en las próximas elecciones, si se ve acabado, a plantear un cambio de régimen, una III República. A Sánchez puede sobrarle el rey porque tiene delirios de cena de gala y mucha alfombra roja. A esta gente, tan españoles, tan orgullosos de San Quintín, además de sobrarle el monarca, le falta la vergüenza.
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