Alto y claro
José Antonio Carrizosa
Vox, un estado de ánimo
Quizás les suene. Tal vez lo conozca como Navarro a secas. O, según dónde vaya a tapear, incluso Tipo Paco. Si sabe de qué estoy hablando, sabrá que me estoy refiriendo a un montadito. Sí, Paco Navarro, también conocido como Tipo Paco o Navarro, es un montadito abierto típico de los bares de tapas tradicionales de La Línea de la Concepción. Este montadito suele llevar jamón, queso fresco, piquillo, pata (un tipo de pata de cerdo asada y loncheada con una pizca de sal, parecida al ahora tan famoso chicharrón, pero más sana e igual de buena), y aceite de oliva.
Y es que, si es asiduo al tapeo linense, sabrá que hay ciertos patrones comunes entre los bares de tapas. Por ejemplo, ¿nunca se ha preguntado por qué hay tanto futbolista en los nombres de los montaditos? Guardiola, salmón, queso y caña de lomo. Etoo, lomo en manteca. Riquelme, pata, caña de lomo y jamón. Figo, Etoo, Stoichkov y así una larga lista de montaditos, algunos con el mismo nombre y mismos ingredientes, otros con nombres diferentes. Algunos con sello de autor, otros, como los de toda la vida. El tapeo linense tradicional, entendido como aquel basado en montaditos y tapas, siempre se ha caracterizado por usar nombres de futbolistas para llamar a sus montaditos.
Pero, por qué ocurre esto. Cuenta la leyenda (que es lo mismo que “me lo han contado” o que “no tengo pruebas, pero tampoco dudas”) que en su día un camarero dejó un conocido mesón linense para fundar su bar de tapas. Al ser del Madrid, empezó a añadir nombres de futbolistas madridistas a la carta: Zidane, Del Bosque, o incluso le quitó el apellido “traidor” al montadito de Figo. Y así varias veces hasta darse la circunstancia de que actualmente ir a un bar linense y pedir un Currito significa que quiere un canapé de queso philadelphia con taquitos de jamón. No importa, si en dicho bar a Currito lo conocen por su dorsal, el 16, o por su nombre, todos en La Línea lo conocen.
Y es que esta tradición linense por el montadito puede considerarse una de las dos patas de la gastronomía de la ciudad. Alrededor de estos bares tradicionales y los restaurantes de pescaito, han proliferado bares tipo “fusión”, bares de autor, o incluso restaurantes extranjeros como asados argentinos, pizzerías, o, la última moda, empanadillas. Todos buenísimos, reflejando el buen estado de la gastronomía linense.
¿A qué esperas para conoce a Paco Navarro? Espero que no le haya entrado el mismo hambre leyendo esta tribuna que a mi escribiéndola.
También te puede interesar
Alto y claro
José Antonio Carrizosa
Vox, un estado de ánimo
Desde mi pupitre
Ángel J. Sáez
Sanidad público-privada
Quousque tandem
Luis Chacón
Honremos a quien lo merece
Brindis al sol
Alberto González Troyano
Recuperación de un gran novelista
Lo último