Lotta Continua
Francisco Silvera
Una modesta proposición
El anuncio del proyecto de “resignificación” del Valle de los Caídos es una prueba más de que la concordia en España es como el horizonte o el infinito, nunca se termina de alcanzar. Era cierto que el monumento, tal como hoy está concebido, incluso sin el sepulcro de Franco, era difícilmente mantenible, porque por mucho que se quiera argumentar no deja de ser un recuerdo de la victoria de media España sobre la otra media. Pero también lo es que el sanchismo ha aprovechado los necesarios cambios para aumentar la discordia, humillar a la Iglesia (cuya jerarquía lo ha permitido con la complacencia de un diputado masoquista inglés) y abundar en la construcción de un relato sobre la Guerra Civil que es tan falso como el que en su día erigió el franquismo.
El proyecto que se ha elegido, por supuesto, viene envuelto en toda la retórica cursi y cargante de los arquitectos cuando le quieren dar un buen bocado al dinero público (4 millones, concretamente). El momento culminante de la presentación del nuevo diseño fue cuando se indicó que se suprimirá la gran escalinata de acceso al conjunto para sustituirla por una gran grieta que facilitará el “encuentro” y facilitará el “diálogo y la pluralidad”. Vamos, que con la construcción de un bar se hubiesen logrado los mismos objetivos de una manera menos onerosa para los sufridos ciudadanos. Por mucha palabrería que gaste el Gobierno y sus arquitectos invitados todos sabemos que este espacio seguirá siendo un lugar para la polémica y la desunión de los españoles. Enhorabuena, pues, a los promotores. Es lo que buscaban.
En su día, alguien dejó caer la propuesta de cerrar el Valle y dejar que la naturaleza se lo tragase. A mí me pareció bonita esa idea de que los pinos, robles, encinas, abedules, fresnos, tejos y acebos que pueblan la Sierra de Guadarrama terminaran fundidos con los cuerpos de esos miles de españoles de los dos bandos que murieron en aquella terrible guerra fratricida. Al fin y al cabo, es lo que, tarde o temprano, terminará pasando. Ahora, al ver a políticos y tecnócratas del sanchismo manosear aquello, uno piensa que hubiese sido mejor dedicar los 26 millones (más los 4 de los artistas) que costará el proyecto a las fosas comunes y en colocar pequeños monumentos de homenaje a todos los caídos de la Guerra Civil. A todos. Uno por localidad. Demasiada concordia para un Gobierno que vive de la discordia entre los españoles.
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