Alto y claro
José Antonio Carrizosa
Vox, un estado de ánimo
Hace unos días, en la Vuelta a España, se tuvo que anular una etapa por una manifestación pro Palestina. Al momento salieron los adalides de la equidistancia, la libertad y las buenas maneras quejándose de las formas de los manifestantes, que habían atentado contra un evento histórico en la humanidad como es el final de una etapa de la Vuelta.
Inmediatamente, saltaron otras voces, las de los pseudo-equidistantes, diciendo que es justo que haya libertad de expresión, pero no que afecte al deporte, porque el deporte patatín y patatán. Curiosa forma de entender en qué direcciones se mueve esa supuesta libertad. Esta semana han detenido a rastras a un conocido personaje en Inglaterra por llevar una bandera contra el genocidio sionista. Quizás, para estas personas, la policía debiera haber convencido mediante elaboradas metáforas a esta persona para que abandonara la camiseta en mitad de Times Square.
Cuando reivindicas un derecho social o una ventaja para según qué clases sociales, nunca son las formas o nunca es el tiempo. ¿O alguien ha oído que cuando toca conseguir algún derecho social, que algún momento es el momento?
A estos sospechosos equidistantes, cuando sus amigos bombardean hospitales o ametrallan a quienes van a por comida en Gaza ¿piensan que los genocidas lo serían menos si lo hicieran con música de Wagner, chaqué y pidiéndoles por favor que se dejen asesinar, que el resort va con retraso?
¿Y cómo creemos que se consiguieron derechos que hoy entendemos básicos? ¿Alguien piensa que quien detenta privilegios está dispuesto a renunciar a ellos mediante la lectura de Don Quijote en un salón de te?
Siempre ha sido a costa de malas formas, sangre y vidas (solo de los que reclaman los derechos, por lo general) contra aquellos que usaron la fuerza y las malas formas que se consiguieron los privilegios que ahora se verían amenazados.
Pero además de los privilegios, son dueños del relato, y el relato, como tristemente podemos observar ultimamente, le gana la partida al dato por amplia goleada.
Y yo, que me siento identificado con esos manifestantes en la Vuelta, me siento, como dijo un defensor del genocidio, gentuza, igual que tantas figuras mundiales.
Me gusta estar en el lado correcto de la Historia, ése de la superioridad moral.
También te puede interesar
Alto y claro
José Antonio Carrizosa
Vox, un estado de ánimo
Desde mi pupitre
Ángel J. Sáez
Sanidad público-privada
Quousque tandem
Luis Chacón
Honremos a quien lo merece
Brindis al sol
Alberto González Troyano
Recuperación de un gran novelista
Lo último