NOTAS AL MARGEN
David Fernández
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A propósito del caso Aldama-Koldo-Ábalos-Cerdán hay quien sostiene que Pedro Sánchez tiene responsabilidad política en este asunto y, por tanto, debe marcharse porque él fue quien eligió primero a José Luis Ábalos y después a Santos Cerdán como secretario de Organización del PSOE. La decencia no debe esperar ni a la segunda siquiera. Y hay quienes hablan de culpa in vigilando. Es decir, que Pedro Sánchez no ha estado atento a la conducta de los por él elegidos para ese cargo orgánico dentro del PSOE, primero uno y luego otro. Está claro que para jefe de recursos humanos no parece servir. Y para CEO gubernamental, no sé, no sé…
La culpa in vigilando se atribuye a quien, tras elegir a una persona para un cargo subordinado a él, no supervisa cómo lo desempeña. Y por tanto de esas acciones que lleve a cabo el elegido responderá a título de culpa quien lo ha designado. Yo voy a un momento anterior. Pedro Sánchez es responsable de haber elegido a José Luis Ábalos tanto como ministro de su Gobierno como secretario de Organización de su partido. Y en el caso de Santos Cerdán más si cabe, porque debió, visto lo visto con Ábalos, extremar mucho más las cautelas a la hora de elegir al secretario de Organización que iba a sustituir al defenestrado Ábalos. Por lo que se ve, no lo hizo.
A toro pasado todo el mundo es Manolete. Y no es que yo sea elitista a la hora de exigir preparación académica a nivel de doctorado universitario para el ejercicio de la actividad política, pero la ciudadanía se merece que quienes gestionan lo público, ya sea por elección (diputados, senadores y concejales) o por oposición (funcionarios públicos) tengan una preparación digna y adecuada al cargo que ostentan o a la función que desempeñan. No puede ser que el asesor de un ministro –como Koldo– escriba con faltas de ortografía, o antes haya dimitido del cargo de concejal de su pueblo porque no presentó la preceptiva declaración de bienes. No puede ser que un diputado al Congreso de los Diputados como Santos Cerdán no tenga firma electrónica hasta el día de su renuncia. Los ciudadanos y las ciudadanas nos merecemos más. Por eso, más que culpa in vigilando, Pedro Sánchez en el caso Ábalos-Cerdán tiene culpa in eligendo. El que la hace, la paga.
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