Cínicos

23 de julio 2025 - 03:07

No me refiero a la escuela filosófica surgida en la antigua Grecia, reinterpretando el pensamiento socrático. “El hombre con menos necesidades es más libre y feliz”. Actualmente, la palabra cínicos hace referencia a gente desvergonzada, sin escrúpulos, hipócritas, que han perdido el corazón y se complacen con la maldad, es más, se regodean en ella. Cuanto más daño hacen, se sienten más felices, triunfadores. Conservan un aspecto exterior sonriente y amable, aunque si te fijas en sus miradas comprendes rápidamente que estás ante un ser del que hay que huir. He conocido a muchos, algunos “cruzados” con sicopatías extrañas.

Lo peor viene cuando algunos de ellos llegan a tener poder político y económico. Pensemos en el botarate americano y en el genocida israelita. Uno envía bombas y el otro las lanza contra los palestinos, luego sonríen. Aquí no pasa nada parecen decir. Y, en parte, tienen razón. El resto del mundo, salvo raras excepciones, calla.

La Unión Europea está preocupada con los aranceles y poco más. La muerte de inocentes pasa a un quinto plano. ¿Cómo vamos a suspender los acuerdos con Israel? Hay que pensarlo bien. Programan otra reunión para nada y los muertos se amontonan en las calles destrozadas de Gaza. Que destruyen un hospital, son cosas de la guerra, dicen.

El cinismo se ha convertido en la única bandera que enarbolan los poderosos. En la bandera europea con tantas estrellitas brillantes deberían incorporar una estrella color tristeza que de vez en cuando, arrojara lágrimas. La inteligencia artificial puede ser de gran ayuda para los diseñadores sin escrúpulos.

No hay posibilidad de diálogo con este tipo de personas. El único diálogo posible es hablar de negocios. Las contiendas bélicas lo son. Pero también está en auge el negocio de las mentiras, quien mejor mienta, más dinero gana. Más votantes tiene. Pueden incluso decir que ellos quieren una sociedad más justa, más humana, más diversa. “Ellos y ellas no persiguen a los inmigrantes, solo a los ilegales”, típica frase cínica que inunda los países llamados desarrollados.

Estos son signos evidentes de la degradación intelectual y ética de estos tiempos. Es lo que tenemos, aunque no sepamos con un mínimo de certeza hacia donde vamos. No sé por qué, vienen a mi memoria los famosos versos de Niemöller: “Primero vinieron a buscar a los comunistas y no dije nada por que yo no lo era...”.

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