Alto y claro
José Antonio Carrizosa
Vox, un estado de ánimo
No deja de ser curiosa la fragilidad de la memoria. De hecho, si ponemos a un grupo de personas a presenciar un accidente (chicos, no lo hagáis en casa) observaremos cómo cada uno de ellos va a dar versiones diferentes del mismo suceso, normalmente contradictorias.
Por eso, no me extraña observar cuando algún colectivo se manifiesta por algo, cómo enseguida salen los políticos profesionales de turno (sin duda han estudiado una oposición durísima para edil de Villanueva de los Encantos y localidades similares) a despreciar dichas reivindicaciones con el manido “es que están politizados”, sin asumir que eso es la política.
Política no es lo que hace (normalmente deja de hacer) la clase política, sino el ejercicio de la ciudadanía, porque la palabra “política” proviene del griego antiguo polis, que significa ciudad-estado. La palabra griega politiká, se refiere a “asuntos de la ciudad”.
Aquí tenemos casos sobrados de desprecio a cualquier reivindicación y, sin ir más lejos, ahí tenemos el 15M, un movimiento de indignados al que algunos menospreciaron de la misma forma y de quienes dijeron que si querían hacer política que se presentaran a las elecciones... Y eso hicieron. Lo demás es historia de la guerra sucia y de la impunidad de determinados y variopintos poderes a la que tan acostumbrados estamos en España. “Difama que algo queda” a pleno rendimiento. Y si hubiera sido tan sólo difamar...
Y así, no deja de ser curioso cómo, ante el mismo tipo de declaraciones, pero perpetradas por miembros de la jerarquía católica española, ninguna persona de las que saltaba a las primeras de cambio haya dicho algo de ese mismo jaez, en plan, “si quieren hacer política, que se presenten a las elecciones”, quizás porque en la práctica se presentan a las elecciones pero embozados, claro.
Y es que asumimos que lo que digan los curas va a misa... hasta cuando no hay misa. Y que, como algunos otros, tienen la potestad de criticar sin que nadie les tosa, porque a ellos también los hemos votado... ¿O no? Y si no, prueba a defender que hay que condenar y perseguir la pederastia en la iglesia católica y ya verás cómo te dicen que son asuntos de fe y que quién eres tú para cuestionarlo.
Lo digo no vaya a ser que se les ocurra pedir un adelanto electoral, aunque no creo que llegasen a tal nivel de desvergüenza...
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