El lugar de encuentro es desalentador y justo ahora me toca sentarme delante del ordenador porque el tiempo apremia. Si soy honesta, vengo con la energía justa para escribir estas líneas porque lo que realmente necesito es meterme en la cocina, ponerme buena música y hacer algo rico para darles calor a mi hija y su pareja a los que esta mañana, hablo del viernes, los he visto sufriendo. Ya se sabe que las despedidas no son fáciles.

A las ocho menos cuarto, desperezándose todavía el día en la bahía, con un rojo fuego tiñendo el cielo, pusimos rumbo a La Línea de la Concepción. Tula venía con nosotros.

Tula es una perra pastora, peluda y cariñosa que apareció en casa de mi hija como perra de acogida. Pero ya se sabe que el roce hace el cariño porque ha estado casi tres años en su casa hasta encontrar una nueva familia. No entiendo por qué no sucedió antes ya que reúne todos los requisitos para ser una buena compañera.

El caso es que al final, la perra encontró familia en Alemania y eso es mucha distancia para poder seguir sintiéndola cerca.

De los que han vivido en su casa se puede decir que todos han pasado a muy buena vida: Guero encontró a Martha y han hecho una preciosa pareja en la que mutuamente mejoraron sus vidas; Luna se fue a vivir a Campamento a suplir el hueco de una perra muerta en el corazón de su dueño y lo ha llenado con creces; Lola vive en Sotogrande en un jardín que corretea de arriba abajo; Selva volvió con su dueña que no pudo durante un tiempo hacerse cargo y la unión ha vuelto a renacer entre ellas… Todos como quien dice aquí cerca, al alcance de en cualquier momento poder dedicarles una caricia.

Es la primera vez que mi hija y su pareja pasan por este trance de no poder entregarla de mano a mano, sin tanto trauma.Al llegar al punto de la entrega para su nueva vida, el alma se te cae a los pies; la cita era en la perrera de La Línea y ver a tanto animal con una dura historia personal a sus espaldas allí esperando un milagro, la verdad, da mucha tristeza.Llegó el momento de meterla en la furgoneta con muchos otros perros y gatos a los que lejos les espera una familia… Aquí lo dejo. Me quedo sin palabras. Me voy a la cocina.

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