El Partido Socialista publica en Twitter un vídeo editado con la destreza de un chaval de 8 años en el que Borja Sémper, víctima de un lapsus, dice que lo que quiere el PP es volver a instaurar la mentira en política. El portavoz de campaña de los populares contesta, mencionando el tuit, que lo siente mucho por los socialistas que han de aguantar este bochorno. Las Nuevas Generaciones comparten en la red social una foto de Pedro Sánchez luciendo su extraordinaria genética en la playa junto a su mujer acompañada del texto: “¿Vacaciones? Los cojones”.

El PSOE señala en Twitter a Feijóo porque admite que sabe de inglés lo que la humanidad de qué viene después de la muerte. Las Nuevas Generaciones contestan que “el inglés es esencial para dar una rueda de prensa desde el parking de la Casa Blanca”. Las Juventudes Socialistas recuerdan a los usuarios la imagen que siempre perseguirá al líder popular sin que le quite ni un solo voto: el narco Marcial Dorado y él de domingueros en un barquito en los 90. “Mierda, Marcial”, dice el Feijóo jovenzuelo en un bocadillito, “por ahí viene la sanchista orca Gladis”. “Tranqui, Alberto, la mantendremos a raya”, contesta el contrabandista.

Sánchez acusa en las redes al PP de posicionarse del lado de la explotación infantil después de que el grupo haya votado en contra junto a Vox de una ley europea que busca sancionar a las empresas que no respeten los derechos humanos. El Partido Popular acude a Twitter en tropel para gritar al unísono que dentro de 50 días España se librará por fin de la “desfachatez”. Tellado habla del nivel de desesperación de Sánchez y Gamarra dice: “Sánchez, el que aprobó la ley del ‘solo sí es sí’”, pero, más allá de la discusión que debe suscitar que en 2023 tenga que debatirse todavía una norma así, ninguno se para a dar una explicación convincente de por qué el PP vota en contra de la misma.

Todo esto y más es lo que nos aguarda en el próximo mes y medio. Vacuidad. Una guerra de tuits, un disparo cruzado de caracteres. Un community manager inspirado y ruidoso. El odio como vertebrador de las ideas. La doctrina subyugada a la verborrea. La defenestración del colectivismo, la focalización en el individualismo. La náusea, la arcada, el vómito, el ingreso hospitalario. La estrategia prosaica, la inexistencia de perspectivas terrenales. El vilipendio, la humillación, la llamada a las armas, la toma de la Bastilla, la defensa de Monteleón, el desembarco de Normandía, la matanza de San Bartolomé, la Gloriosa, la Restauración. El apocalipsis. Sánchez o España. España o 18 de julio. Derechos o derecha. Justicia o violadores en la calle. Comunismo o libertad. Progreso o regresión. Y detrás de todo ello, la nada. La más absoluta e inconmensurable nada.