Cultura

Las voces de la noche

  • Pascal Gaigne inaugura sello discográfico con sus bandas sonoras para 'Castillos de cartón', 'Gordos' y 'Omertá'

Compositor de referencia en el cine español de las últimas dos décadas, Pascal Gaigne (Caen, Francia, 1958) inaugura su propio sello discográfico con la edición de sus tres trabajos más recientes: Gordos, la comedia dramática y coral de Daniel Sánchez Arévalo, Castillos de cartón, el cuarto largometraje de Salvador García Ruiz, y Omertá, un thriller de Pavel Giroud ambientado en las mafias de la Cuba de Batista. Solisterrae, así se llama el sello en honor a uno de los discos de Gaigne y también a una de sus formaciones instrumentales, prolonga la labor editorial de su trabajo cinematográfico iniciada hace una década por el sello JMB/Karonte, donde se han publicado hasta ahora buena parte de sus bandas sonoras para el cine español, de El sol del membrillo, de Víctor Erice, el filme que lo dio a conocer, a Querida Bamako, su incursión en las músicas africanas para una película sobre la inmigración. Por el camino, títulos como Piedras, de Ramón Salazar, Silencio roto, de Montxo Armendáriz, Mensaka, El otro barrio y Las voces de la noche, de Salvador García Ruiz, Flores de otro mundo, de Icíar Bollaín, Azuloscurocasinegro, de Daniel Sánchez Arévalo o Siete mesas de billar francés, de Gracia Querejeta, lo avalan con uno de los compositores más interesantes, personales e inspirados de nuestro cine, al que ha hecho sonar con renovadas maneras musicales que beben a un tiempo de las suavidades impresionistas francesas, el minimalismo, el folclore tradicional, el jazz o la música étnica en un peculiar sincretismo posmoderno que se transfigura en función del color y las necesidades dramáticas de cada filme.

Siempre fiel a formaciones pequeñas e interesado por explorar nuevos timbres y asociaciones de instrumentos, Gaigne ha desarrollado un personal sonido de cámara a un tiempo liviano y dramático, luminoso y dinámico, una suerte de épica intimista siempre efectiva en términos audiovisuales, definitivamente liberada del peso de la tradición sinfónico-orquestal de la música de cine y de sus clichés emocionales.

Elegíaca y onírica en El sol del membrillo, rítmica, repetitiva y constante en Piedras, Azuloscurocasinegro o Gordos, neorromántica y lírica en Las voces de la noche, experimental y contemporánea, trabajando en el interior de los personajes debajo de la superficie realista de las imágenes, en El otro barrio, trágica y sombría en Omertá, melancólica e impresionista en Castillos de cartón, la música de Gaigne adopta formas variables sin perder un ápice de identidad, reconocible siempre en el desarrollo melódico y armónico, en el timbre y las texturas instrumentales, en su preciso trabajo rítmico para acompasarse a las imágenes y llevarlas en volandas, haciendo invisible el montaje, apuntando ciclos, motivos, personajes y lugares que dialogan, se mueven y regresan en el filme a través de su partitura.

Pascal Gaigne. Solisterrae Records. 3 CD. 15 euros cada uno.

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