Manu Sánchez. Humorista

"Tengo la sensación de que hablo un idioma muy del Campo de Gibraltar"

  • El humorista estrena este viernes y sábado en Algeciras 'El último santo' y desde hace casi un mes tiene las entradas agotadas. La obra está escrita mano a mano con Chipi de La Canalla.

Apenas hace un mes que Manu Sánchez (Dos Hermanas, 1985) se lanzó a los teatros con un nuevo espectáculo de humor: El último santo. No ha necesitado explicarle a nadie los entresijos de este nuevo montaje teatral para colgar prácticamente el cartel de 'no hay entradas' hace semanas. Los días 4 y 5 de diciembre tiene una cita con los algecireños a partir de las 21:30 horas. El teatro Florida será su testigo de excepción.

-Vuelve a Algeciras...

-Estoy muy contento. Desde que estrenamos El último santo teníamos claro que una de los lugares a los que queríamos ir es al Florida. Siempre nos ha tratado con mucho cariño y ha vuelto a pasar. Hace casi un mes que no hay entradas y es algo que suele pasarnos habitualmente cuando venimos. Tengo la sensación de estar jugando en casa, hay una mágica conexión Dos Hermanas-Algeciras, es una cosa a investigar. En la ciudad me siento muy cómodo porque tengo la sensación de hablar un idioma y tener un código muy del Campo de Gibraltar.

-Es una de las primeras fechas de la gira, ¿cómo se siente?

-Vamos en el principio del Puente de diciembre y vamos con el espectáculo ya completamente rematado. Lo estrenamos hace un mes y durante este tiempo hemos hecho muchos cambios para probar qué funcionaba. Después tenemos una gran cita en Sevilla el día 7. Para nosotros es un gran fin de semana.

-Su vínculo con la ciudad tiene nombre de grupo: La Canalla.

-Es verdad que cuando conocí a La Canalla me fascinó. Nos conocimos -por Antonio Romera 'Chipi'- y conectamos estupendamente y a día de hoy precisamente con él es con quien escribo muchísimas cosas a cuatro manos. Escribir humor es una cosa complicada, escribirlo sólo todavía más complicado. Es muy agradecido escribir con alguien con el que te entiendes a las mil maravillas. El último santo está escrito a cuatro manos con el Chipi, este Satán tiene sangre algecireña, del Cobre.

-Dado a lo sugerente del título del espectáculo: ¿Se considera un santo?

-No soy santo, me meto en la piel del último santo, que es una forma romántica -aclara que no hará spoilers- de llamar al mismísimo Satanás, porque es en quien me encarno. Dios no está muy contento por dónde hemos gestionado los humanos su creación y decide terminar con el mundo. Imagínate...se lo pide a los santos a los que tiene más cariño y San Antonio, toda la vida buscándole novio a la gente, no se quiere hacer cargo del apocalipsis, San Pedro tampoco, entonces tiene que recurrir al último santo que es Satanás.

-¿El nombre del espectáculo es un guiño a El último mono?

-Queríamos que tuviera ese guiño, nos alegra mucho porque estamos muy orgullosos del producto que se consiguió en El último mono -programa que dirigió en LaSexta- . Que no esté en pantalla fue por otros motivos que no tienen nada que ver con sus resultados, ni en cifra ni como producto. Y de alguna manera sólo para los 'jartibles', que sois muy detallistas, queríamos hacer un guiño porque nos parece que se puede convertir en una marca de la casa, nos podemos convertir en los últimos en un montón de cosas.

-¿Cree que es normal que logre dos llenos consecutivos con un show de humor?

-Voy a ser muy sincero, no es normal. Pero tengo que decir que con El rey solo lo hemos vivido en todas las ocasiones. Pero sí es verdad que en Algeciras se llena especialmente pronto. Es muy complicado llenar teatros, además nos metemos en berenjenales que no tendríamos que meternos, como el 7 de diciembre con 6.400 personas en Fibes (Sevilla). Llenamos los espacios escénicos más importantes de Andalucía. Tenemos que renovar mucho, dejar las cosas arriba, no volver con el mismo espectáculo. Hemos decidido que después de dos años teníamos que ir con un espectáculo nuevo y eso el público lo agradece.

-¿En El último santo está solo?

-Es unipersonal. El monólogo es una herramienta más dentro del espectáculo que se convierte en una obra de teatro. No es un monólogo al uso, hay dramaturgia de luces, texto, hay una historia, un personaje. No es Manu Sánchez el que sale al escenario. En este caso es Satán con la forma de pensar y dirigirse, creo que es un paso importante. Disfrutar todas las herramientas que da el teatro para jugar. Es de las mejores decisiones que he tomado en mi vida.

-¿Siente que ha pasado de ser el humorista andaluz a un referente nacional?

-Nunca me he parado a ver qué etiqueta me tenía que poner. Empecé con 16 años, ya teniendo 30 uno se va haciendo un poco 'puretita' y le va apeteciendo hacer otras cosas. Nunca he renunciado a ser humorista ni a divertir el personal. Uno se va poniendo retos, ese afán de superarme, de investigar cosas nuevas, atreverme con el teatro, con la radio. Como a todo el mundo me va apeteciendo crecer. Luego si soy mejor o peor, más o menos polifacético lo tiene que decir el público. Sé lo que hago, no sé lo que soy, eso que lo diga la gente.

-Ahora no sólo es un rostro conocido en Andalucía.

-A mi no me preocupa dónde se me conoce. No tengo la sensación de que salir en la televisión a nivel nacional sea mejor que no salir. Uno puede estar en la tele haciendo algo muy pequeñito. No me preocupa mucho el escaparate, estoy encantado de salir siempre que sea haciendo lo que me apetece hacer y lo que me apetece ofrecerle. Nos llegan ofertas para estar en la televisión haciendo otra cosa, porque en algún proyecto les encaja Manu Sánchez y yo que tengo que gestionar mi vida desde los 16 años intento no hacer nada que no me apetezca.

-¿Ha hecho alguna vez un auto análisis para entender las claves de su éxito?

-Intentamos sacar conclusiones de qué funciona y qué nos va apeteciendo. Dejé de estudiar Ingeniería en Telecomunicaciones porque me gustaba más el Periodismo. Los que tenemos inquietudes artísticas especialmente, muchas veces estamos pendientes de qué nos apetece hacer; y si lo que haces es de manera honesta y lo ofreces al público con ganas y trabajo siempre hay público al que le apetece disfrutarlo. No sé si es un secreto o no pero a mi me gusta tratar al público como es...muy inteligente y exigente. El que trata al público como si no lo fuera se equivoca y muchas veces hemos tomado decisiones que van más a tener buen público que mucho público. Haciendo eso al final nos hemos encontrado con mucho y buen público.

-¿Qué le ha primado más caer en gracia o ser gracioso?

-No me considero especialmente gracioso. Conozco mucha gente que tiene gracia natural, no creo que yo esté tocado por ese don. Me gusta sentarme a escribir y darle la vuelta a las cosas, intentar dar una visión original de los temas. Es más una cuestión de intentar conseguir ejercicios de ingenio, no digo que lo consiga. Diferente es que lo que haga a mucha gente le haga gracia. Me gusta la observación, llegar a conclusiones, mostrar teorías que creo que todavía no ha explicado nadie.

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