La estantería

‘La niña que bebió luz de luna’, fantasía heroica con mensaje social

  • Sus casi cuatrocientas páginas vuelan como pájaros de papel, que a veces arañan nuestra piel

‘La niña que bebió luz de luna’.

‘La niña que bebió luz de luna’.

Luna es una niña destinada a ser sacrificada por la malvada bruja. Esta tiene atemorizado al Protectorado, que es una pobre aldea, donde impera el miedo a ese malvado ser. Todos los años se realiza este macabro acto, deben sacrificarle, entregarle, el niño más pequeño que ha nacido ese año en la aldea. Pero en esta sociedad también existe una organización que la mantiene en pie: el Consejo de los ancianos, presidido por el Gran Anciano Gherland, y la Congregación en la que está a la cabeza la Hermana Ignacia, su superiora. El lugar donde ocurre la historia es una ciénaga lúgubre. El Protectorado es una aldea donde se malvive, donde la oscuridad y el miedo se puede medir y pesar, donde las madres recuerdan a sus hijos perdidos, entregados a ese abominable ser. No penséis que esta novela es de terror, claro que tenemos momentos de inquietud, pero está llena de aventuras, de momentos divertidos y sobre todo de personajes encantadores llenos de esperanza, que luchan por un mundo mejor.

La protagonista es Luna, que no muere en el primer capítulo, sino que se llena de magia. Es educada por Xan, la bruja más encantadora de la historia. Existen más brujas, pero tendrás que descubrirlas con la lectura. También nos acompañará en este cuento lleno de magia un monstruo del pantano, que además de tener buen corazón, es poeta; y un Dragón con muchos años pero que aún no ha podido crecer, pero él se cree que es como todos los dragones, un ser gigantesco. Los personajes son muy humanos, con sus virtudes, pero también con sus defectos. Las emociones iniciales van creciendo en sentimientos, todas sus páginas, todo su texto está al servicio de una gran telaraña de amor que entrelaza a todos los personajes. Amor que incluso dejará profundas marcas de dolor en el rostro de Antain.

La historia es un gran puzzle que vamos componiendo desde el primer capítulo, todo va encajando y sorprendiendo; todo tiene un porqué de cada una de las acciones anteriores. Sus casi cuatrocientas páginas vuelan como pájaros de papel, que a veces arañan nuestra piel.

Su texto es ágil, muy fácil para jóvenes lectores. Con belleza poética, tanto es las descripciones como en los diálogos y en el crecimiento de los personajes, especialmente con Luna y con Antain. La traducción de Isabel Murillo ha respetado mucho esa belleza poética.

En distintos foros de literatura la recomiendan para adolescente, desde trece años. Este año la he leído con cincuenta chavales, de 5º de primaria, y ha sido una gran experiencia. También la recomiendo para jóvenes adultos, para que disfruten con esta gran metáfora de nuestra sociedad que se deja atemorizar y es cómplice de sus propios miedos, e incluso los alimenta. Sociedad que no se rebela contra ellos, que les da el poder y entroniza a los auténticos brujos, a los malvados y exilia fuera de la sociedad a los que pueden liberarla.

Ficha literaria: La niña que bebió luz de luna. Autor: Kelly Barnhil. Editorial: Destino Infantil y Juvenil, Grupo Planeta (Barcelona).

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