El castillo de Santa Catalina de Cádiz cierra por el desplome de una piedra
Hoy mismo montarán un andamio para proteger la portada Los técnicos de Urbanismo remitirán un informe a la Comisión de Patrimonio para que determine cómo actuar en este BIC
Una piedra de grandes dimensiones se ha desplomado de la zona frontal del Castillo de Santa Catalina, concretamente a la altura de la misma puerta de acceso al enclave patrimonial más visitado de la ciudad. Se trata de un desprendimiento producido de la propia cortina de muralla donde se ubica la puerta de acceso al patio de la fortaleza, cuyo material es de piedra ostionera y que ha provocado el cierre de la fortaleza centenaria por motivos de seguridad.
Así lo confirman fuentes del Ayuntamiento de Cádiz, desde donde apuntan que los técnicos de la delegación de Urbanismo acudieron el lunes y ayer al Castillo para determinar el alcance de este suceso -que tuvo lugar el domingo y que afortundamente no ha causado daños personales- y el posible perjuicio que haya podido provocar en este inmueble. "Se está elaborando un informe que a su vez será remitido a la Comisión de Patrimonio -puesto que se trata de un edificio BIC- para que determine la mejor manera de actuar".
Asimismo, añaden que a primera hora de hoy miércoles varios operarios de Mantenimiento Urbano van a instalar un andamiaje para proteger la portada de Santa Catalina "y evitar posibles desprendimientos". Si bien, concretan que "no se prevén desprendimientos y se hace a modo preventivo", pues no parece que haya sido provocado por problemas estructurales en esta parte de la muralla de acceso.
El objetivo de esta actuación "es que el Castillo pueda abrir lo más pronto posible sus puertas, sin que haya riesgo para los visitantes ni para los trabajadores".
Asimismo, cuestionado por el asunto, el Consistorio responde que las inspecciones técnicas de este edificio se realizan de forma periódica "con labores de mantenimiento" de las que incluso alertan los propios trabajadores del centro, pues se trata "de un edificio vivo en el que hay exposiciones". Si bien, no han concretado cuándo se produjo la última inspección.
Hay que tener en cuenta que es el propietario de un inmueble BIC quien debe mantener este bien, mientras que la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía tiene que velar por la salvaguarda de este patrimonio. Ayer mismo, fuentes de esta delegación puntualizaban que durante la mañana se habían enterado de la noticia por lo medios y que probablemente enviarían hoy mismo algunos técnicos para valorar estos daños.
Respecto a las distintas actuaciones en Santa Catalina, en junio de 2015 se informó de que el Ayuntamiento ya tenía permiso de la Junta para acometer el proyecto y devolver el agua de las mareas a los fosos que dan acceso a Santa Catatalina. Una iniciativa presentada por el anterior equipo de gobierno municipal y que iba a ejecutar la empresa municipal Aguas de Cádiz con una inversión de 260.000 euros. Pero parece que no se va a actuar por el momento, como confirmó ayer el propio Ayuntamiento, que señaló que "no hay fase pendiente" en la fortaleza. Si bien, después de este desprendimiento se evaluará el alcance de los trabajos que deberán realizarse.
Previamente se realizaron en 2013 algunas actuaciones puntuales en la zona perimetral del paseo que da al mar. Aunque la última gran actuación comenzó en verano de 2009, cuando se realizó la tercera fase de las obras de rehabilitación de Santa Catalina con un presupuesto de 439.000 euros que contemplaba la puesta en valor de los polvorines para convertirse en dos nuevas salas de exposiciones, así como en los talleres ubicados sobre la bóveda de entrada al Castillo, dado el deterioro producido por el paso del tiempo.
Pero fue en 1996 cuando arrancaron las obras que transformaron el Castillo en un centro cultural, con una inversión de más de cuatro millones de euros. La primera fase concluyó a principios de 2002, mientras que la segunda fue finiquitada en mahyo de 2004.
Este último acontecimiento, el desprendimiento de una piedra de gran dimensión de la propia portada del monumento más visitado de Cádiz, debe poner en jaque a las administraciones que deben cuidar el patrimonio. Y no sólo del Castillo de Santa Catalina, sino también de San Sebastián o el resto de fortalezas y baluartes, como enclaves de gran relevancia patrimonial e histórica para una ciudad como Cádiz, y que en buena parte sigue luciendo en mal estado.
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