Emoción y calidez. Ambos términos describen bien la acogida que un abarrotado salón de actos del centro documental José Luis Cano dispensó a la autobiografía La casa de los Vargas. El libro recoge la vida de José Luis Vargas Quirós, presidente honorario de la Sociedad del Cante Grande de Algeciras. Al vivir como apasionado del flamenco prácticamente desde que naciera en la década de los cuarenta del siglo pasado, las páginas que anoche vieron la luz se convierten en un más que interesante documento acerca de una música que constituye el principal patrimonio cultural de Andalucía.

Vargas, hijo de los algecireños Paco Vargas y Curra Quirós, nació en Madrid porque la vida laboral de la familia los había llevado hasta la capital de España. Y luego, durante años, residieron en Caracas, donde el autor de este libro fue integrante de la peña Manuel Torre del país caribeño.

Juan Antonio Palacios, Luis Soler Guevara y Ramón Soler Díaz participan del acto

Tanto trasiego no hace sino dotar a La casa de los Vargas de una riqueza de historias y anécdotas verdaderamente singular. Porque narra cómo era el flamenco de los españoles residentes en Sudamérica a lo largo de la centuria pasada y, al regreso, el que se vivía en su país de origen.

Pepe Vargas fue presidente de la Sociedad del Cante Grande de Algeciras durante más de cuatro lustros. De ahí que esta entidad, fundada en 1970 mientras él seguía en Venezuela y que es una de las más veteranas del orbe jondo, ocupe como es lógico un lugar muy destacado en el libro.

La nueva publicación ha sido editada por el sello tarifeño Imagenta, iniciativa del ex adjunto al director de este diario y periodista Ildefonso Sena Rodríguez. Es el segundo título flamenco de esta editorial del Campo de Gibraltar, después de que en 2017 llevara a las librerías la biografía Manolo Garrido, un cantaor de casta, firmado por el propio Sena.

La casa de los Vargas consta de 270 páginas y 14 capítulos. Vivencias, artículos periodísticos, entrevistas, fotografías... Toda la vida personal y flamenca de José Vargas -decir personal o flamenca se confunde y entremezcla en su caso- figura en este cuidado volumen. Incluye, además, algunas colaboraciones de personas que tienen una u otra significación en su trayectoria vital.

El acto de presentación resultó brillante. Y contó con muchas intervenciones, la del alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, y la de la concejala de Cultura, Pilar Pintor. También tomaron la palabra el editor Sena y tres escogidos amigos de Vargas: el ex primer edil Juan Antonio Palacios y los flamencólogos malagueños Luis Soler Guevara y Ramón Soler Díaz.

Todos coincidieron, como no podía ser de otra manera, en la pasión del actual presidente honorario del Cante Grande por el flamenco mantenida a lo largo y ancho de más de siete décadas. Aparte de haber cantado y dirigido entidades consagradas a este arte, pronuncia conferencias y ha participado en otros libros hechos con varios autores como la también biografía Canela de San Roque, por el hablar de la gente, presentada de la mano de El Flamenco Vive en el año 2016. Éste ha sido su primer paso literario en solitario. Nunca es tarde si la dicha es buena.