Cultura

"Hemos aprendido mucho después del caso Odyssey"

  • La Guardia Civil califica la zona del Estrecho y la provincia de bastante segura ante expolios

"Se ha aprendido mucho después del caso Odyssey, se puede decir que hay un antes y un después, no ya en la vigilancia pero sí en la forma de actuación". Estas palabras del capitán jefe del Centro Regional de Vigilancia Marítima, Manuel Ovidio Corredor Sánchez, demuestran la dimensión del caso, no sólo porque se ha recuperado el tesoro expoliado por dicha empresa de la fragata Nuestra Señora de Las Mercedes, sino por la experiencia que se ha ganado a la hora de actuar.

La Guardia Civil participó activamente en la recuperación del tesoro que hoy se encuentra en España. Desde 2007, año en el que Odyssey fletó un avión con las monedas desde Gibraltar, no han vuelto a localizar actividad en las aguas de ningún cazatesoros de esa envergadura. Corredor vivió el caso en primera persona en el Servicio Marítimo. Estuvo en la investigación previa, subió a los barcos de Odyssey, los inspeccionó y sostuvo esa soberbia que recuerda de los que se sentían "intocables" cuando traían el barco al puerto de Algeciras. Se abrieron las diligencias judiciales, saben que la investigación partió del Campo de Gibraltar, aunque después fue seguida por la Unidad Central Operativa desde Madrid, que llevó a cabo la investigación. Esa ardua labor se plasma en los dos aviones que aterrizaron con las monedas en Madrid.

Aunque Odyssey es la empresa más conocida, han sido localizadas muchas otras en estas aguas, casi siempre de nacionalidad extranjera. La presencia del Peñón también da singularidad a la zona porque la base de estos barcos suele estar en Gibraltar, lo cual dificulta el trabajo de control a la Guardia Civil que tienen que esperar para "pillarlos" en aguas españolas para realizar una inspección a fondo, como ocurrió con Odyssey en octubre de 2007.

Salvamento Marítimo ha realizado en los últimos años numerosas inspecciones de barcos, especialmente entre 2006 y 2008, de carácter rutinario, aunque actualmente se ha reducido porque básicamente no se detectan estas prácticas. Corredor estima que después de lo ocurrido con Odyssey y las pérdidas cuantiosas que conlleva que sean intervenidos, puede que "quizás hayan puesto sus objetivos en otro sitios, pero aquí se mantiene la alerta". Por otro lado están los expedientes sancionadores, además de a barcos también se realizan con buceadores. El caso más reciente fue en Tarifa, hace un año, porque se había recuperado una ánfora.

La zona del Estrecho de Gibraltar se puede calificar actualmente de "bastante segura" frente al expolio, el no accidental sino el que corre a cargo de grandes organizaciones. Para estas empresas está casi "permeabilizado".

El Servicio Marítimo comenzó a funcionar en Algeciras en 1992. En el marco de actuación hay narcotráfico, inmigración y pesca ilegal, vertidos, y más agentes externos que permiten percatarse a los agentes de que hay barcos que están pero no se sabe qué hacen. Y de ahí se empezó a investigar, a poner el foco en estas empresa. En 1998 se detectó un primer barco y en 2002 se produjo ya un primer incidente con el apresamiento de buque. Desde el año 2001 se tuvo constancia de la presencia de Odyssey, llegaron hasta estas aguas incluso cuatro barcos de la empresa. "Esta es una zona sometida a mucha presión de vigilancia, el tema de la arqueología en cierta medida se ha beneficiado del narcotráfico y la inmigración, encuentra protección aunque suene a contrasentido".

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