'Rodin' recrea en la gran pantalla el apasionado idilio entre el escultor y Camille Claudel

La película, dirigida por Jacques Doillon y con Vincent Lindon como el artista, se estrena mañana

Vincen Lindon se mete en la piel de Auguste Rodin.
Vincen Lindon se mete en la piel de Auguste Rodin. / D. S.
EP

Madrid, 23 de agosto 2018 - 08:34

El director Jacques Doillon lleva a los cines españoles este viernes la vida del escultor Rodin, quien tuvo que hacer frente en diversos momentos de su vida a la censura, una situación que para el cineasta "no ha cambiado tanto, frente a ella apenas se ha avanzado", considera el cineasta.

"La censura nunca ha desaparecido y, de hecho, ni siquiera ha soltado a Rodin, quien sigue sufriendo el ataque de la gente. Si te paras a pensar, en todo el mundo se cubren estatuas... y menos mal que la que hizo Rodin de Balzac lleva bata", añadió con ironía el director.

Para Doillon se está volviendo a "esa ausencia de libertad que se respiraba" en los años 50 y 60 y que, a su entender, se rompió en los años 70. El autor pone como ejemplo al propio Rodin, que cuenta con más de 10.000 dibujos eróticos que perviven "en la censura más absoluta".

Rodin se centra principalmente en la historia de amor del escultor de El pensador (interpretado por Vincent Lindon) con su colaboradora Camille Claudel (Izïa Higelin), aunque recogiendo parte del ambiente de la época, por donde pulula el grupo de impresionistas encabezados por Monet.

"No quería hacer grandes discursos sobre el personaje, de hecho dejé libertad a los actores", señaló Doillon, tras explicar que Lindon estuvo preparando varios meses a su personaje e incluso trabajó antes con arcilla hasta llegar a hacer copias de las obras del genio. "El proceso de creación me parecía indispensable para interpretar al personaje. Lindon llegó a hacer la escultura de un Beso que no estaba mal, pero evidentemente no era Rodin...", comentó con humor el cineasta, quien también recuerda una anécdota del rodaje. "Lindon estaba tan metido en el papel que una vez llegó a cuestionar por qué le daba indicaciones, si era Rodin", reconoció entre carcajadas.

Con respecto a la tortuosa relación que el artista tuvo con Camille Claudel, Doillon no cree que "puedan hacerse reproches" al escultor. "Él hizo lo que debía, presentó a muchísima gente a Camille y empezó a coleccionar sus obras. Lo que creo que pasó es que Camille era muy orgullosa y se frustró porque su trabajo se estancó", defendió.

Para el cineasta, también resultaba importante plasmar la presión que tuvo que soportar el artista francés frente a la crítica de la época, que no le respaldó en varias ocasiones. "El también tenía su orgullo y sabía lo que quería, aunque tuvo que luchar mucho. Afortunadamente, los críticos de cine de ahora no son tan conservadores como a finales del siglo XIX", concluyó Doillon.

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