Cultura

Oriol Llopis retrata el viaje musical de un crítico en el mundo del rock

  • El periodista, cuyas críticas se han publicado en revistas como 'Star' o 'Ruta 66', descubre "lo bueno y lo malo" de su oficio en un libro · Señala que su norma siempre ha sido contar las cosas como las ha vivido

Oriol Llopis estuvo ayer por primera vez en Algeciras, de lo cual confesó sentirse "encantado de la vida", para desplegar su "gamberrismo" rockero. Vino de la mano de la presentación de su libro La magnitud del desastre, memorias de un rock critic poco fiable, de la editorial 66 RPM. Para entender la dimensión de su presencia hay que poner sobre la mesa su trayectoria en revistas como Star, Disco Express, Vibraciones, Rock Espezial o Ruta 66, que durante años han acogido sus críticas musicales.

Bajo su perfume que irradia rock & roll se descubrió al profesional, que también es persona. Llopis presentó su obra en los Espacios AlCultura en un encuentro que finalizó con una fiesta musical capitaneada por Humanimals.

"El libro es una gamberrada, me he dedicado a escribir sobre música muchos años y acabé hartado de eso, entre otras cosas porque se pagaba muy mal". Durante su dilatada profesión fue guardando escritos y recuerdos y de ahí surgió la idea del libro. Llopis cuenta todo lo bueno lo malo que le ha pasado como crítico. Lo aleja de una recopilación de textos e invita al lector a que lo abra por cualquier página: "cada capítulo lo llamo paquete", señaló. El destinatario puede ser cualquier persona. "Igual el nombre de un grupo no le suena -a los jóvenes-, pero lo que pasaba y lo que pasa ahora viene a ser lo mismo". Aunque respeta la música en general, sí se mostró esquivo ante algunas vertientes. "Vengo de una época en la que la guitarra sonada a guitarra, el bajo a bajo y la batería a batería".

Como crítico reconoció que con el fenómeno de internet ha cambiado todo. "Cuando escribía no recibía respuesta, lo hacía en una revista, se imprimía, se distribuía y si había algún lector indignado pues escribía una carta al director". Sin embargo con las redes descubrió con gratitud que le gustaba a mucha gente. Su máxima como periodista siempre ha sido "escribir como se habla, cuéntalo como lo has vivido", no vale simplemente aportar datos. A su vez, subrayó que "antes sólo tenías palabras para explicar lo que habías visto", ahora cualquiera puede ver un vídeo en Youtube.

Si se le pregunta a cuántos conciertos ha ido, no sabe calcular si menos de 1.000 o más de 500. Lo que sí destacó es que los que no gustan se borran de la memoria, "he visto muchos, me he ido quedando con los que me gustaban, pero he tragado mucha porquería, pero era mi oficio, me tocaba". Su concierto favorito fue en 1978 en el pabellón de Badalona, tocaba el grupo Iggy pop, "fue una revelación, vi lo que era el rock & roll". Su banda favorita desde 1972 son los holandeses Golden Earrings, al que invita a escuchar.

El rock & roll en la órbita de Llopis es más hablar de una sensación. "Es ponerte unos auriculares y a bailar en tu cuarto o si vas caminando por la calle y que te dice un piropo, con elegancia".

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