Muere a los 81 años Corín Tellado, la reina de las novelas de amor

Autora de unas 4.000 obras, la asturiana fue la escritora más leída en español después de Miguel de Cervantes, aunque siempre añoró el reconocimiento literario

La escritora Corín Tellado, en una imagen tomada en 2007.
La escritora Corín Tellado, en una imagen tomada en 2007.
G. Rubio (Afp) · Agencias / Madrid

12 de abril 2009 - 05:00

Corín Tellado, la reina española de la novela romántica, murió la madrugada del sábado en el Hospital de Cabueñes de Gijón a punto de cumplir los 82 años. La famosa novelista asturiana, nacida el 25 de abril de 1927 como María del Socorro Tellado López, murió como la autora española más leída después de Miguel de Cervantes, según estableció la Unesco en 1962. Unas 4.000 obras, de las que vendió 400 millones de ejemplares en todo el mundo, la hicieron merecedora de figurar en el Libro Guiness de los Records, pero, a pesar de ser todo un fenómeno editorial, la escritora siempre se quejó del escaso reconocimiento literario que recibió. "Soy hija adoptiva, hija predilecta, pero esto no tiene nada que ver con la literatura", decía recientemente en una entrevista en TVE.

Acababa de terminar -el pasado miércoles- otra novela que se había encargado de pasar a máquina de escribir su nuera, mientras escuchaba el dictado de la escritora, que descubrió un mundo de pasiones a miles de lectores, desde que escribió su primera novela, Atrevida apuesta, en 1946, con sólo 18 años. "Fue una historia de marinos, todos en mi familia eran marinos (...) Tal como la pensé la escribí", declara en una entrevista publicada en su web la autora que, según asoma en una biografía escrita por Blanca Álvarez, se enamoró sólo una vez. Como si de una de sus novelas se tratara, este hombre no acababa de encajar que una mujer siguiera trabajando y Tellado prefirió dejarlo, antes siquiera de casarse, y seguir escribiendo. Apareció más tarde Domingo Egusquizaga, el hombre con el que se casaría en 1959, con el que tendría a sus dos hijos y del que se separaría en 1963: "Estaba cansada de manías, ataques de celos y, sobre todo, de vivir con quien no quería", afirmó entonces.

Su mundo romántico ayudó a muchos a sobrellevar los duros años de penuria vividos tras la Guerra Civil. Su éxito fue tan fulminante que en 1951 la revista cubana Vanidades le ofreció un contrato para escribir dos novelas cortas al mes. "Ni soy romántica ni escribo novelas románticas. Soy positiva y sensible, y escribo novelas de sentimientos, que no es lo mismo", aseguraba en 2003 esta mujer que confesó haber aprendido a besar describiendo los besos en sus libros, y que supo lidiar con el franquismo, que llegó a censurarle cuatro libros en un mes.

Celos, temor, amor, pasión, ambición, odios, traiciones, y siempre un final feliz, eran los ingredientes de novelas como Lorena, El dilema de Marcela, La maestra o Tuyo es mi corazón, vendidas en los quioscos, a menudo en formato de pequeños libros con pastas blandas que incluso se intercambiaban sus lectores. Pero Tellado también reconoció haber escrito bajo los seudónimos de Ada Miller Leswy y Ada Miller, a finales de los 70, la época del destape, 26 novelas de un erotismo suave ante las que la censura miraba con frecuencia para otro lado.

Cuando se le preguntaba si se consideraba feminista, respondía: "No. Considero que los hombres tienen su lugar y las mujeres el suyo. A partir de ahí, cada cual llegará a donde merezca". A veces solía añadir: "Nos parecemos bastante. Las mujeres paren y los hombres mean contra la pared, eso es todo. Yo hago hombres estupendos, sensibles".

Siempre alejada de los círculos sociales y literarios, Corín Tellado vivía en su casa de Gijón mientras observaba cómo los autores serios denostaban su obra, muchas veces sin haberla leído. Pero también surgió una corriente de autores consagrados, como Mario Vargas Llosa, que reivindicaron su obra. "Fue un fenómeno sociológico y cultural cuyas obras hicieron soñar a millones de mujeres en España y América Latina", dijo ayer, tras conocer la noticia de su muerte, el maestro peruano. "Con esas novelitas ligeras daba a sus lectoras esa ración de fantasía e irracionalidad sin la que no podemos vivir", añadió el autor de Conversación en La Catedral o La fiesta del Chivo.

Hoy, cuando la novela romántica vive un boom masivo, la escritora asturiana ha dejado de ser denostada. Corín Tellado no deja heredera, pero sí muchas jóvenes autoras españolas que siguen su tradición; aunque introduciendo cambios importantes acordes con los cambios sociales.

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