Los Morancos regresan a La Línea con la mejor terapia para la crisis

Una buena dosis de risoterapia. Eso fue lo que ofrecieron anoche en La Línea los hermanos Jorge y César Cadaval o, como todo el mundo los conoce, Los Morancos, que volvieron a llenar el auditorio principal del Palacio de Exposiciones y Congresos como ya hicieron hace justamente un año, cuando representaron también en el mismo escenario el espectáculo titulado Más Morancos que nunca.

En esta ocasión, el montaje se titula Risoterapia y es que es eso lo que mejor sabe hacer el dúo humorístico de Triana, hacer reír y mucho a su público, algo que viene muy bien dados los difíciles momentos que vive el país y de los que no está exenta La Línea.

Para ello Los Morancos no precisan de una gran escenografía sino que se bastan ellos solos con sus gags e imitaciones de personajes famosos y otros de propia creación que los han hecho inconfundibles, entre los que no faltaron las populares Omaítas, la duquesa de Alba y su marido, Alfonso Díez, y otros personajes de la actualidad nacional e internacional.

Los Morancos irrumpieron en el escenario poco después de las nueve y media de la noche ataviados con batas blancas. Sus personajes: un médico de la Seguridad Social y otro de la sanidad privada. Se pueden imaginar el resto. La crisis, Zapatero y los recortes de Mariano Rajoy centraron gran parte de sus gags en esta primera fase del espectáculo.

Nada más llegar se metieron al público en el bolsillo y solo hizo falta un minuto para que comenzasen las carcajadas y los aplausos. Además, su experiencia sobre las tablas volvió a quedar de manifiesto. Una pareja que llegaba ya iniciado el espectáculo fue objeto de su sentido del humor. Los Cadaval pararon el espectáculo para dirigirse a ellos. También hubo alusiones a Gibraltar y al conflicto pesquero y algunos reproches, pero desde el sentido del humor, para otros espectadores que igualmente llegaron tarde.

En este espectáculo, el dúo de Triana, además de los personajes y gags de siempre incorpora algunas novedades aunque sin renunciar a su esencia, a lo que ha hecho de estos dos hermanos sevillanos un referente del humor en nuestro país.