LMike Nichols, ganador de un Oscar como director de El graduado y merecedor de ocho premios Tony de teatro, falleció ayer a los 83 años, según informó la cadena estadounidense ABC News, donde trabajaba su esposa. Su muerte, debida a un fallo cardíaco, ha pillado de improviso al mundo del espectáculo. Durante el día de hoy, las luces de Broadway, donde hace dos años se alzaba con su octavo Tony al mejor director por Muerte de un viajante, se atenuarán en su honor.

Nichols, que había comenzado en el mundo del stand up comedy, llegó al cine estadounidense con fuerza y poco humor en 1966 con ¿Quién teme a Virginia Woolf?, con Elizabeth Taylor y Richard Burton. Con aquella película consiguió trece nominaciones al Oscar, incluida la primera para él como director. Dos años más tarde, se llevó el Oscar por el clásico generacional que es El graduado.

En los años 80 volvió a coquetear con el Oscar con dos películas opuestas: el drama Silkwood, con Meryl Steep, y la comedia de corte clásico Working Girl.

Los noventa fueron sus años más consagrados a productos comerciales como A propósito de Henry, Lobo o la exquisita Lo que queda del día. Recuperó su pulso agudo con Primary Colors, sátira política con John Travolta como un sosias de Bill Clinton, y el telefilme Wit, con Emma Thompson.

Fue entonces cuando regaló sus dos últimas y estupendas películas: Closer, punzante retrato de las debilidades sentimentales con Natalie Portman y Julia Roberts, y Charlie Wilson's War, con guión de Aaron Sorkin.