Cultura

Jackson confió el cuidado de sus tres hijos a Diana Ross si su madre moría

  • Las ventas póstumas de los discos del cantante fallecido superan ya las de dos mitos también desaparecidos de la cultura del siglo XX Elvis Presley y John Lennon

Michael Jackson designó a su amiga y cantante Diana Ross, de 65 años, como la responsable de sus tres hijos en caso de que su madre, Katherine, fallezca o quede incapacitada para cuidar ade los menores. Así lo estipula el cantante en el testamento que redactó en 2002, parte de cuyo contenido -como la exclusión del mismo de su padre, Joseph- y que varios medios estadounidenses sacaron a la luz este martes. Documentos adicionales presentados junto al testamento estiman además la fortuna del artista en más de 500 millones de dólares, aunque no se especifica claramente el origen de esta cantidad. Según varias informaciones publicadas antes de su muerte, el cantante estaba acosado por las deudas antes de fallecer de un paro cardiaco; el diario The Wall Street Journal fijaba precisamente en 500 millones ese déficit.

El testamento revela también que los bienes del autoproclamado Rey del Pop pertenecerán legalmente al Fondo de la Familia Michael Jackson (Michael Jackson Family Trust), pero, de nuevo, como ocurre con el legado económico, los términos de este fondo no están detallados en el documento de últimas voluntades. Tres personas próximas a Jackson fueron nombrados como sus albaceas: el abogado John Branca, el productor musical John McClain y el contable Barry Siegel.

En paralelo a la publicación de estas cuestiones legales, la investigación de la muerte del autor de Thriller continúa. La Policía halló en la residencia del cantante un poderoso narcótico (propofol) accesible sólo para profesionales médicos y que se suministra sólo por vía intravenosa, lo que refuerza la hipótesis del abuso de medicamentos como causa del deceso.

Una enfermera que trató en enero a los hijos del cantante declaró ayer a la cadena de televisión CNN que Jackson le pidió entonces un medicamento muy fuerte para poder dormir. "Le dije, y me duele tanto que lo siento en todo mi cuerpo: 'Si toma eso, es posible que no vuelva a despertar", relató Cherilyn Lee, quien -según afirma- se negó a facilitarle el sedante. Según la enfermera, cuatro días antes de la muerte de Jackon, una persona del entorno de éste la telefoneó para informarle de que el artista sentía "la mitad de su cuerpo helada y la otra ardiendo". Lee explicó que se encontraba de viaje, por lo que no podía acudir para verlo, y recomendó que fueran inmediatamente a un hospital, a lo que su interlocutor se negó, según su relato.

Los restos del cantante se trasladarán hoy a Neverland, donde se instalará su capilla ardiente. Posteriormente, aunque no hay fecha aún ni lugar anunciados (se descarta que sea en el rancho), se celebrará su funeral privado. Los Olivos, el apacible y exclusivo enclave de Santa Bárbara donde se encuentra la mansión, es ya el destino más solicitado del país. Ayer se habían agotado las plazas hoteleras en toda la zona. Es sólo un anticipo del aluvión de periodistas e incondicionales de Jackson previsto por las autoridades, que ayer cerraban los detalles del despliegue policial.

Ayer se supo también un dato que indica la magnitud de este episodio estelar para los futuros estudios de psicología colectiva. Las ventas póstumas de la discografía de la estrella superan ya las registradas por las grabaciones tras las respectivas desapariciones de Elvis Presley y John Lennon.

En el inevitable capítulo de delirios mitómanos caben destacarse un par de apuntes. El periódico Nuevo Pekín, tras una laboriosa investigación, ha podido probar que Jacko sí estuvo en el país: en octubre de 1987, tras entrar secretamente vía Hong Kong. Por su parte, una improvisada asociación de seguidores rusos del cantante, representados por el productor de cine Alexander Valov, propuso liberar el Mausoleo de Lenin en la Plaza Roja de Moscú para exhibir allí el cuerpo "embalsamado" del astro.

Y, cómo no, ya hay rumores en Holywood sobre el biopic de la megaestrella, cuya realización es previsiblemente sólo cuestión de tiempo De momento, el nombre que más suena para encarnar al músico es un actor con devoción por los disfraces: Johnny Depp.

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