El IVA cultural baja al 10% tras cinco años pero se olvida del cine

La elevación del IVA cultural al 21% en 2012 respondió a motivaciones claramente recaudatorias en un trance especialmente complicado para las arcas públicas. Pero la tasa se ha mantenido durante cerca de cinco años, en cuyo transcurso el Gobierno ha cantado el regreso al sendero de la recuperación económica; así que el sostenimiento del impuesto a tales niveles durante tanto tiempo, un caso inédito en Europa, obedece seguramente a cuestiones distintas del saneamiento financiero. Lo cierto es que, sólo en lo que a espectáculos en directo se refiere, las consecuencias han sido profundas y bien visibles: con la industria discográfica asfixiada en su particular hundimiento y la maquinaria pirata a todo tren, el plan B que entrañaban los conciertos para los músicos encontró un obstáculo definitivo que se saldó con la pérdida de públicos en una tendencia únicamente corregida en los últimos dos años. En lo que a las artes escénicas se refiere, el panorama es aún más desolador, con dos millones de espectadores perdidos en España sólo durante los dos primeros años del IVA cultural, compañías desaparecidas, circuitos eliminados, salas clausuradas, una reducción drástica de la distribución de espectáculos y todo un tejido productivo prácticamente desmantelado. El Consejo de Ministros aprobará hoy la reducción del IVA cultural al 21%, una medida con la que el propio ministro de Cultura, Íñigo Méndez de Vigo, había venido especulando en los últimos meses y que el sector ha reclamado por activa y por pasiva a lo largo de este lustro. Eso sí, la medida se limita al estricto límite de los espectáculos en directo, con lo que el cine mantendrá su fiscalidad con el IVA al 21%, lo que no deja de resultar significativo sólo una semana después de que el presidente de la Confederación de Productores Audiovisuales Españoles (FAPAE), Ramón Colom, advirtiera en el Festival de Málaga de los turbios efectos que tendría la misma tributación durante mucho más tiempo. La respuesta por parte del Ministerio es la misma de siempre: habrá que esperar a que se cumpla con "la senda del déficit". Aunque esta vez le tocará esperar únicamente al cine.

De esta forma, el IVA de los conciertos, el teatro, la danza y los toros, bajará del actual 21 % al 10 %, dos puntos por encima de lo que estaba en 2012. Las corridas de toros son el espectáculo más beneficiado, ya que antes de la subida estaban en el 18 % (no así las novilladas con picadores, a las que se le aplicaba el 8 %). El secretario de Estado de Cultura, Fernando Benzo, señalaba ayer en una nota que la bajada de ese impuesto estaba "siendo demandada" y que "por fin la situación y el escenario económico" permite llevarlo a cabo, "una noticia magnífica para el mundo cultural" y que demuestra que el Gobierno "cumple".

Para el portavoz socialista en la Comisión de Cultura, José Andrés Torres Mora, la noticia constituye "una alegría" y recordó que vienen reclamando desde que se aprobó que se "repare una decisión que ha perjudicado al sector y a la economía". La subida de 13 puntos "de la noche a la mañana" solo respondía, dijo, a "un castigo político" y sigue sin comprender por qué al cine "se le mantiene" el correctivo. Eduardo Maura, del grupo parlamentario de Unidos Podemos, calificó de "positivo" el anuncio pero criticó que no sólo se deja sin bajada al cine, sino también "al sector de los discos o las descargas legales de música". "Sería un error pensar que de repente la cultura tiene un IVA reducido, porque no es verdad", puntualizó, y añadió: "Se ha hecho muchísimo más daño del beneficio que se le hace ahora con la reducción".

Para el presidente de la SGAE, José Miguel Fernández Sastrón, la bajada será "un notable alivio para los profesionales de la cultura y de todos los ciudadanos en general", pero advirtió de que excluir al cine "supone un freno al desarrollo de la industria cultural en España". La directora del Festival de Teatro Clásico de Almagro, Natalia Menéndez, señaló que es "algo deseado, pedido y necesitado" y que aunque "ha tardado demasiado en llegar" es "un respiro".

El presidente de la Federación Estatal de Asociaciones de Empresas de Teatro y Danza y director del Festival de Mérida, Jesús Cimarro, afirmó que están "contentos" aunque coincidió en que "es injusto" que no se le baje también al cine. "Esto requiere de una tramitación parlamentaria para la aprobación de los presupuestos. Si todo esto sucede será una muy buena noticia, en junio y julio sería efectiva y creo que va a repercutir en la actividad de las artes escénicas y de la cultura en nuestro país", precisó.

Nacho García Vega, de Nacha Pop, pronostica que la bajada "animará a los empresarios" a contratar más conciertos; Rosario subrayó que los artistas están trabajando "la cuarta parte" de lo que solían y que la bajada será "una ayuda impresionante"; y David de María recordó que han sido "años muy difíciles" y que está en juego "la educación cultural de un país".

El presidente de la Asociación Nacional de Organizadores de Espectáculos Taurinos (ANOET), el empresario de Las Ventas, Simón Casas,indicó que la medida será "un balón de oxígeno crucial" para el sector y que "muchas" empresas taurinas han quebrado.