Grabados de Goya protagonizan una muestra sobre la barbarie de la guerra

La barbarie, el hambre, el sufrimiento, la impotencia. Las guerras dejan una estela intemporal de desesperación y miseria. Con independencia del tiempo, el lugar o las armas de destrucción del momento, los efectos de los conflictos se repiten a lo largo de los siglos. Esta devastadora reflexión salta con un golpe de vista a la muestra De la Guerra: consequencias, horrores y desastres, una exposición que llega el próximo 2 de octubre al Castillo de Santa Catalina con los grabados de los Desastres de la guerra, de Francisco de Goya, como protagonistas.

"Este año celebramos el bicentenario del inicio de la Guerra de la Independencia y nosotros nos sumamos a este homenaje con una exposición que no sólo da cabida a la visión de Goya sobre este hecho sino que está abierta a diferentes episodios bélicos de la historia reflejados por otros artistas", aclaró José María Morales Camón, director general de la Fundación del Museo del Grabado Español Contemporáneo de Marbella, entidad colaboradora en esta exposición que organiza la Delegación Municipal de Cultura del Ayuntamiento de Cádiz.

La muestra, que está comisariada por Antonio Garrido Moraga y José María Luna Aguilar, está articulada por obras de colecciones privadas y algunos de los fondos permanentes del museo marbellí. "Los Desastres de Goya nos narran los tristes episodios que se vivieron en España en 1808. En ellos el autor no sólo refleja el conflicto sino el sufrimiento, el hambre y las epidemias que sufrieron las víctimas tanto españolas como francesas pues las iguala en esa misma condición. Además, estos grabados suponen unos de los documentos más valiosos que tenemos actualmente para entender la Guerra de la Independencia", explicó Morales Camón.

Pero De la Guerra sigue su rumbo, despiadado, en el tiempo. Así, encontramos La carpeta de Méjico de Rodríguez Luna sobre la Guerra Civil. Una serie de obras que el artista de Montoro realizó en el exilio en 1940 y que están muy ligadas "al sufrimiento del autor tras la contienda", recordó Morales, ya que el pintor, que tuvo estrechas relaciones con Alberti, Rejano y León, sufrió el exilio y pasó por los campos de concentración. "Podemos calificar su obra de un surrealismo crítico fuertemente marcado por las circunstancias de aquel momento", puntualizó el director del museo del grabado que insistió en la idea de que "la exposición no se adscribe a un determinado movimiento estético, ni época, ni momento, ni siquiera a la influencia de Goya en el resto de autores sino que busca la esencia de la impactante contemporaneidad del sufrimiento, el éxodo y la guerra a través de la producción gráfica".

De esta manera, en la exposición también tienen cabida la serigrafía Homenaje a Picasso del Equipo Crónica, el trabajo de Reque Meruvia sobre la Guerra del Chaco (que enfrentó a Bolivia y Paraguay en 1932), las marchas forzadas de civiles huyendo de las contiendas reflejadas por Tino Calabuig, el homenaje de José Caballero a Miguel Hernández, la representación de la famosa escena de la bandera en la batalla de Iwo Jima por Natalia Carín, la mirada de Eugenio Chicano sobre Vietnam, el alegato contra la Guerra de los Balcanes del Premio Nacional de Grabado, Juan M. Moro, y las diferentes referencias a las consecuencias de las guerras en las obras de Darío Villalba, Óscar Manessi y José María de la Rubia.

A juicio de Morales Camón, De la guerra: Fatales consequencias, horrores y desastres presenta imágenes "tremendas y muy impactantes" que nos demuestran que "la guerra es un hecho que arrastra el mismo sufrimiento en el siglo XIX que en el XI". La muestra, que se inauguró el pasado verano en el Museo del Grabado, podrá ser visitada en Cádiz hasta el próximo 21 de diciembre.