Cultura

Fútbol & pop la simbiosis perfecta

  • Tanto el balompié como la música son dos de las máximas manifestaciones de la cultura de masas y tienen una multitud de puntos de encuentro

Cuando esta noche los jugadores del Barça y de la Juve salten al césped del Estadio Olímpico de Berlín para disputar el trofeo de clubes más prestigioso del mundo, el de Campeón de la UEFA Champions League, antigua Copa de Europa, pocos sabrán que el archiconocido Himno de la Champions, que se ha convertido en poco tiempo en un tema más que popular entre los aficionados al deporte rey, está basado en una composición del maestro del barroco Georg Friedrich Händel. Aparte de esa son muy pocas las conexiones que puedan encontrarse entre música clásica y fútbol, más allá de aquella frase del prestigioso técnico Trapattoni que afirmó: "Quien escucha a Mozart juega mejor al fútbol, porque aprende mucho sobre tensión, ritmo y compás. Además, se adquiere la lógica necesaria para leer los partidos".

Cosa diferente ocurre con otras músicas de extracción popular, especialmente el pop y el rock. Tal vez por ello sean las Islas Británicas el lugar donde más casos de acercamiento entre el fútbol y la música encontramos. Al menos en comparación con España, donde el pop sigue siendo considerado un subproducto cultural, caricaturizado por la intelligentzia y estigmatizado tanto artística como económicamente. En eso como en otras cosas nos llevan años de ventaja.

Aunque entre los futbolistas hay una gran mayoría de gustos superfluos entregados sin remordimiento al reggaeton o la música ligera aflamencada, hoy no resulta demasiado extraño que Pep Guardiola animara los entrenamientos de sus jugadores con Coldplay o que Xabi Alonso confiese su gusto por Wilco, pero sí era una excepción que, hace solo unos años, Gaizka Mendieta prefiriera el indie antes de que se convirtiera en el nuevo mainstream, y se declarara fan de Los Planetas, que le devolvieron el honor incluyendo uno de sus más plásticos goles en una de sus letras.

En Inglaterra, en cambio, donde cuentan con figuras como la del escritor Nick Hornby, autor de Fiebre en las Gradas o Alta Fidelidad, sucedía que en fecha tan temprana como 1959 un mito del fútbol británico como Bobby Charlton respondiera en un concurso televisivo preguntas sobre Phil Spector o The Everly Brothers para hacerse con el premio tras escoger el tema de la música pop como especialidad. Ya en los sesenta el tema You'll Never Walk Alone, un estándar de Rodgers/Hammerstein, se convirtió rápidamente en el himno del Liverpool (y del Celtic de Glasgow, que reclama incluso haber sido el primero en usarlo), después de que Gerry & The Pacemakers lo llevaran a lo más alto de las listas.

Y no era un caso aislado. De la misma época es Glad All Over de Dave Clark Five, que se sigue cantando desde entonces en el campo del Crystal Palace, o The City Ground, adaptación del Mule Of Kyntire de Paul McCartney, que cantan los hinchas del Nottingham Forest.

Míticas también son las historias de Rod Stewart y de Elton John. El primero jugó en el Brentford de la Tercera División inglesa, y se cuenta que estuvo a prueba en el Barcelona. Además es seguidor confeso del Celtic y de la selección escocesa a la que acompañó durante su participación en el Mundial de Argentina '78. Elton John por su parte adquirió acciones del Watford en 1976, cuando el equipo estaba en Cuarta División y con él, siendo ya presidente de la entidad, vivió su edad de oro, subiéndolo a la Premier League y llegando a ser subcampeón inglés en 1983. No son los únicos.

El tema Burning Bridges de Status Quo fue adaptado por los seguidores del Manchester United; el clásico de Slade Cum On Feel The Noize con el que triunfó Quiet Riot fue versionado por Oasis como banda sonora de la Eurocopa de Inglaterra del 96. Precisamente una frase sacada de una canción de Oasis, hinchas del Manchester City, Some might say we will find a brighter day, se convirtió en lema de los citizens cuando aún miraban desde muy abajo y con envidia a sus vecinos y rivales.

Especialmente emotiva es la historia de Ian Brown y John Squire, líderes de The Stone Roses y fervorosos seguidores del Manchester United -el primero de ellos el único de una familia alineada con el City, el otro equipo de la ciudad-. Convertidos con el tiempo en el grupo que lideró el Manchester Sound, su relación con la industria musical es una de las más amargas de la historia del pop, pero como contrapartida dulce aún hoy pueden disfrutar del tema This Is The One, que su compañía les obligó a componer encerrados en el ensayo para luego no publicarla hasta muchos años después, con el grupo ya disuelto, y que hoy suena en Old Trafford justo antes de que el equipo salte al césped.

La nómina de músicos británicos fanáticos del fútbol es prácticamente inabarcable. Adrian Smith y Steve Harris de Iron Maiden son seguidores del West Ham; los hermanos Ray y Dave Davies (The Kinks) llegaban a cancelar conciertos si la fecha coincidía con un partido del Arsenal; The Darkness, grupo de Liverpool, declarados hinchas del Everton, el otro equipo de la ciudad; o Richard Ashcroft, líder de The Verve, del Manchester United, además de haber jugado en los juveniles del Wigam Athletic; Stereolab patrocinó al modestísimo Barking & East Ham United, de una división amateur; Damon Albarn de Blur o Madness son del Chelsea, Eric Clapton del West Bromwich, The Proclaimers del Hibernian FC, aunque una de sus canciones, Sunshine on Leith, haya sido adoptada como himno por los aficionados a The Cabbagge, el apelativo con el que se conoce al equipo de Edimburgo, y también canción de otros reconocidos futboleros escoceses, Teenage Fanclub; Rick Savage, de Def Leppard, es seguidor del Sheffield United (además de jugador en su juventud); Brian Johnson, de AC/DC, del Newcastle, se dice que Morrissey del United y que los mismísimos Beatles estaban divididos, siendo Lennon y Ringo del Liverpool y George y Paul del Everton.

También se cuenta que Brian May, de Queen, es dueño de un equipo de fútbol inglés y que Maradona subió al escenario durante un concierto de la banda en 1981, además de que su canción We Are The Campions se haya convertido en el himno oficioso de los vencedores. Otros declarados futboleros son Pink Floyd, que incluyeron parte de un cántico de los aficionados al Liverpool en su tema Fearless del disco Meddle de 1971. O Bob Marley, que se vestía de corto cada vez que tenía ocasión, y se dice que el cáncer que acabó con su vida derivó de una herida mal curada que el jamaicano se hizo mientras jugaba al fútbol.

También hay grupos que han dejado constancia de su afición al fútbol en las portadas de sus discos. Seguramente las dos más recordadas sean la de The Housemartins, con London 0 - Hull 4, y la maravillosa George Best de The Wedding Present, todo un homenaje a uno de los grandes genios del balón de todos los tiempos.

Hablando de genios, ninguno ha sido alabado de manera tan recurrente como Maradona, fundamentalmente por la escena argentina. Desde tiempos de Carlos Gardel ya se cantaban tangos con temática futbolística, pero es desde el Mundial de Argentina '78 y especialmente desde la aparición del Pelusa cuando el rock argentino, con una tradición más precoz y asentada que en España, se vuelca con el fútbol. Artistas como Andrés Calamaro, Rodrigo, Los Piojos, Kevin Johansen, La Mosca Tse Tse, Los Ratones Paranoicos o Fito Páez han escrito letras dedicadas a la magia de Diego Armando. Otros ilustres del rock argentino, como Charly García o Luis Alberto Spinetta, ambos hinchas de River Plate, también han loado su figura. Y entre los no compatriotas destaca el seguidor del Depor Manu Chao, que tanto al frente de Mano Negra como en solitario le ha dedicado canciones al controvertido astro.

Y aunque Maradona haya sido protagonista de muchas letras, en toda Latinoamérica hay múltiples ejemplos de canciones dedicadas al otros futbolistas o al fútbol en general. Desde Si México Ganara el Mundial de El Tri, hasta sus compatriotas de Molotov, que aunque seguidores de Los Pumas de la UNAM, le dedicaron un tema a Jorge Vergara, dueño del Guadalajara. Los Estrambóticos tuvieron que pagar una apuesta a un locutor hincha del América y Hugo, además de dedicarle una canción, nombraron al grupo en honor al pentapichichi Hugo Sánchez.

Otros clásicos futboleros hispanoamericanos son El Messi as de Coti, de evidente protagonista, Anda Suelto un Tigre dedicada a Falcao, y un sinfín más entre los que están los himnos oficiales La Copa de la Vida de Ricky Martin, el Waka-Waka de Shakira y hasta Waving Flag del rapero somalí K'Naan, que estropeó Bisbal en su versión para España de la canción oficial del mundial de Sudáfrica 2010.

Por lo que respecta a España, el fútbol apenas ocupó a los artistas pop, más allá de las conocidas historias de Julio Iglesias, que militó como portero en el equipo B del Real Madrid antes de que un accidente lo retirara del fútbol para dedicarse a la canción, el tema Un Partido de Fútbol, que popularizara Gelu y cantara también Antoine, o el tema Temps era Temps en el que Joan Manuel Serrat nombrara al ídolo barcelonista Kubala.

Con la movida también hubo algún grupo que se atrevió con el fútbol, como Glutamato Ye-Yé con Soy un Socio del Atleti, Las Escarlatinas con Sueño Merengue o Los Nikis con Enrique el Ultrasur. Aunque por aquel entonces la conexión con el fútbol solía funcionar como posicionamiento en contra. Así tenemos a Lehendakaris Muertos con Odio el Fútbol, La Polla Records con Gol en el Campo, Gabinete Caligari con La Canción del Pollino, un furibundo canto antifútbol o Decibelios con Local 15 - Visitante 0.

Gente tan diversa como Barón Rojo con Gladiator, Carlos Berlanga con Fútbol o Los Sencillos con Phútbol han sucumbido a su pasión. Otros se dedicaron simplemente a tocar las pelotas a cuenta del fútbol: Potato con su canción Dedícate a Otra Cosa, dedicada a Julio Salinas, o Manolo Kabezabolo con su Do You Remember Mundial 82?.

Con el indie encabezado por Los Planetas llegó la reconciliación entre pop y fútbol, pues además de Un Buen Día, el tema donde nombran a Mendieta, los granadinos cuentan con otras muchas canciones de temática futbolera, desde La Copa de Europa a El Artista Madridista. La Habitación Roja se sumó con Nunca ganaremos el Mundial, vaticinio que tuvieron que tragarse en 2010 y los mallorquines La Granja dedicaron a Samuel Eto'o SuJugador Favorito.

Ello no significa ni que sea la música indie la mayoritaria en los vestuarios, ni tampoco que todo sea música comercial. Entre los futbolistas encontramos algunos de gustos peculiares. El francés Frank Ribery vibra con el hip hop de su país, mientras que al alemán Marcus Reus le gusta Justin Bieber. A Juan Mata le va el directo, de cualquier estilo, y a Messi su compatriota Sergio Torres. John Legend es el favorito de Philippe Senderos y Lilian Thuram es un buen aficionado al jazz. Krisztian Nemeth se queda con 50 Cents y Red Hot Chili Peppers, mientras que el que fuera seleccionador inglés Roy Hodgson tiene como canción favorita Tracks of my Tears de Smokey Robinson.

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