Cultura

Follett se rinde a su destino

  • Después de años negándose, el escritor galés ha terminado la secuela de su novela más emblemática, que amenaza con convertirse en el libro estrella de las Navidades

Cuando en 1976 Ken Follett (Cardiff, Gales, 5 de junio de 1949) esbozó la que debía ser una novela sobre la construcción de una catedral, jamás se le pasó por la cabeza que quedaría encadenado a aquel relato de por vida. Debieron pasar 13 años hasta que la idea germinara por completo y viera la luz bajo el título de Los pilares de la tierra. Antes, el galés ya había obtenido parabienes con superventas como La isla de las tormentas, Triple, La clave está en Rebeca o El hombre de San Petersburgo, algunas de ellas llevadas al cine (La isla de las tormentas) o rodadas como exitosas series de televisión (La clave está en Rebeca).

Desde su publicación en 1989, Los pilares de la tierra ha sido uno de los best-sellers más populares del planeta. Traducido a una veintena de idiomas, ha vendido millones de ejemplares y ha tenido un doble efecto: reclutar adeptos para su autor, pero también para la lectura en general.

Los seguidores del galés siempre pidieron una continuación de Pilares, que se ha resistido a escribir hasta ahora. Un mundo sin fin (World without end) ya está disponible en las librerías en inglés y el próximo día 28 está previsto que salga a la venta la edición de la obra en castellano.

La expectación es tal que los responsables de las librerías reconocen que ya tienen multitud de reservas de la secuela de un libro que es a los treinteañeros lo que Harry Potter a los adolescentes. Lola Ferreira, jefa de prensa de Círculo, confirmaba ayer a Diario de Sevilla que hasta el momento han recibido más de 180.000 peticiones de sus socios, ávidos por volver a la Edad Media de la mano de Follett. "La campaña de preventa a nuestros socios está resultando un éxito", reconoce. Y es que Pilares sigue siendo uno de los títulos más solicitados en Círculo, sobre todo por los nuevos socios, a pesar de llevar en cartel casi dos décadas.

En la página web del autor, el propio Follet habla sobre los motivos que le han llevado a acometer un proyecto al que había puesto trabas sistemáticamente durante la última década. "Desde que fue publicada Pilares de la tierra en el año 1989, los lectores han estado solicitándome que escribiese una secuela, algo que me ponía muy nervioso. Sin embargo, al final me lancé". "No podía escribir otro libro sobre la construcción de una catedral porque sería el mismo libro. Y tampoco podía escribir otra historia acerca de los mismos personajes porque al final del relato todos son muy viejos o han muerto. Por ello, Un mundo sin fin tiene lugar en la misma ciudad, Kingsbridge y los personajes son descendientes de los de Pilares pero dos siglos después".

Los protagonistas de esta continuación serán: Caris, descendiente directa de Tom Builder, el héroe de la primera parte de Pilares, que intentará poner cumplida réplica a la fuerza y determinación de Aliena; Merthin, descendiente de Jack Builder, el arquitecto final de la catedral de Kingsbridge y que, como éste, hace gala de un carácter complicado; Ralph, hermano de Merthin; y el malo de turno, el hermano Godwyn, también descendiente de Tom Builder y primo de Caris, cuyo único objetivo es ser Prior de Kingsbridge.

La catedral y el priorato serán nuevamente el centro de amores, odios, pasiones, orgullos y venganzas. Sin embargo, el corazón de la historia será uno de los grandes desastres que asolaron a la humanidad durante la Edad Media: la peste negra. Esta crisis mató a la mitad de la población europea del siglo XIV y servirá a Follett para tejer una historia dramática.

Con todos estos ingredientes, Ken Follett ha confeccionado otra historia medieval muy extensa, quizá demasiado. Un mundo sin fin tiene más de 1.100 páginas, al igual que Los pilares de la tierra. Sus detractores, y hasta algunos de sus fans, reconocen que al libro original le sobran varios cientos de páginas y que hay partes eliminables. En Pilares, la historia de amor entre Jack y Aliena y la búsqueda de éste por media Europa mantiene la tensión del lector casi hasta el final. ¿Con qué enganchará esta vez Follett a sus seguidores? Su conocimiento de las costumbres del medievo juegan a su favor, pero el carácter actual de la mayoría de sus personajes, su comportamiento y el papel rebelde que las mujeres juegan en sus historias le ha hecho recibir algunas críticas.

Aunque el galés sigue asentado en la lista de los autores más leídos, sus últimas novelas no han tenido el éxito habitual. En el blanco no llegó al nivel de ventas esperado en las librerías españolas; y en las dos anteriores: Vuelo final y Alto riesgo, regresó a uno de sus temas preferidos, la Segunda Guerra Mundial, con sus espías, sus nazis y sus héroes anónimos, todos ellos temas muy recurrentes en su carrera.

Un mundo sin fin se someterá a partir del próximo día 28 al examen de miles de lectores en lengua castellana. Las expectativas son elevadas, aunque la mayoría sabe que el relato del galés basará su éxito en una trama ágil, una historia sentimental y pocos alardes literarios.

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