Cientos de personas visitan en Tarifa el adarve restaurado de la muralla

Cientos de personas aprovecharon la jornada de puertas abiertas, denominadas Tarifa por todo lo alto, para visitar ayer los quinientos metros del adarve de la muralla este tras su restauración.

Los asistentes siguieron con atención desde primera hora, en el acceso de la calle Independencia, las explicaciones de los autores de la restauración: el arquitecto Pedro Gurriarán, y la restauradora, Blanca García Vegara.

El alcalde de Tarifa, Juan Andrés Gil, asistió al acto y se refirió a la consecución de un proyecto que ha sido posible gracias a los fondos CLECE gestionados desde Diputación. Además, en el marco del Programa Global de Restauración del Patrimonio de Tarifa, que engloba las actuaciones ya desarrolladas en la Torre del Miramar, en el Castillo de Guzmán y en el castillo de Santa Catalina, anunció el proyecto de actuación previsto para el Miramar. Dijo Gil que a plaza seguirá la estética y el carácter del artista universal Guillermo Pérez Villalta.

La incorporación de una estudiada escalera de acceso a la torre del Miramar fue el otro proyecto anunciado ayer, esta vez con la participación de Gurriarán y de García Vegara. Así se conoció que la escalera de acceso directo desde el paseo de la Caleta, recuperando el trayecto anterior a la restauración, se colocará estratégicamente y permitirá la visión directa de los paneles y pinturas encontrados en la torre del Miramar. García Vegara destacó que "estas pinturas tienen la misma policromía y son de la misma simetría que las halladas en la Puerta de Jerez".

Prometió también el alcalde, frente al público presente, que el último tramo del adarve, los escasos metros que queden por el conocido Boquete de Cádiz serán recuperados igualmente en próximas fechas. El paseo por el adarve deparó momentos de gran interés, con vistas inigualables de la ciudad tarifeña y con explicaciones pormenorizadas sobre las actuaciones y sobre la historia. La Torre de Jesús, por ejemplo, es uno de los puntos más altos de la ciudad y su recuperación implicó el desbroce y la liberación de tierra amontonado durante décadas. Ahora es uno de los puntos cruciales de este recorrido por el adarve y cuenta con visión directa hacia el castillo de Santa Catalina. Los dos puntos, paralelos en la distancia, guardan la misma altura sobre la ciudad.

La Puerta de Santiago sigue generando enigmas para los estudiosos y restauradores. Tanto Blanca García como Pedro Gurriarán especulan aún sobre el motivo que llevó a los cristianos a cerrar este acceso a la ciudad tan poco tiempo después de su apertura. El postigo de Santiago ha sido localizado durante esta restauración y éste topa directamente con el muro de la iglesia de Santiago construida justo después. En la Torre del Madero, final del trayecto actual, las actuaciones han sido igualmente concienzudas, tal y como explicaron ayer. Retiraron tierra e incorporaron elementos nuevos que siguen la estética de fábrica de los originales. Placas de plomo maleable unen cantos antiguos con actuales para hacer de este lugar un entorno visitable. Es también uno de los miradores más significativos del adarve. Una capa de cantos pequeños protege ahora a la superficie de futuras vegetaciones en una torre angular que es parecida a la del Corchuelo, en el otro extremo de la muralla.

Por lo demás, durante el recorrido se aprecian elementos necesarios para la seguridad de los caminantes. Los autores del proyecto explicaron también que la incorporación de una escalera metálica en la medianía del trayecto fue necesaria para salvar las diferentes cotas de altura entre el Arrabal y la muralla de Aljaranda. Asimismo, la escalera del acceso por la calle Independencia, fabricada en madera e incorporada sobre solería y sin cimentación ha sido la estrategia más acertada. La alternativa implicaba agujerear la muralla y molestar a un negocio adyacente.