Cultura

Cinco buzos del Caetaria, tras la pista del pecio del vapor 'Queen Elizabeth'

  • El buque inglés naufragó en marzo de 1874 cerca de Punta Carnero cuando navegaba con un fuerte temporal por el Estrecho · En el accidente fallecieron 23 personas, entre ellas tres marinos españoles

Cinco submarinistas del Centro de Buceo Caetaria de Algeciras se sumergirán el próximo domingo, si el tiempo lo permite, en las aguas profundas del Estrecho donde, según las investigaciones llevadas a cabo por este grupo se hundió, el 12 de marzo de 1874, el vapor inglés Queen Elizabeth. En el naufragio perecen 23 personas, entre ellas 3 marinos españoles.

El director técnico del centro, Félix Rodríguez Lloret, explicó ayer a este diario que habiendo partido de una fotografía localizada en el libro El Estrecho, de Joaquín Cestino, se entrevistaron con el autor, escudriñaron hemerotecas, registros navieros, localizaron "infinidad" de páginas en Internet e incluso realizaron diferentes salidas senderistas por distintos parajes de la costa, además de realizar navegaciones costeras. Ahora, señaló, "solo nos queda bucear en la zona determinada para acabar descubriendo los restos del buque, de la Queen Steamship Company.

Se trata de un naufragio más en nuestras costas, de un buque, que sufrió "la furia del mar" cuando navegaba rumbo a Londres después de haber zarpado de Calcuta, al mando de su capitán, Vallace. Sin embargo, no llegó a su destino.

En el relato documentado de lo que le ocurrió al barco, Rodríguez Lloret, hace referencia a la navegación en una zona de características geográficas difíciles y aunque en el año 1874 ya funcionaban los faros de Punta Europa, en Gibraltar, Isla de las palomas, en tarifa e Isla Verde, en Algeciras, "las peligrosas restingas y arrecifes cercanos a Punta Carnero no estaban señalizados hasta ese mismo año, en que se inaugura oficialmente el faro".

A finales de febrero el vapor inglés, con sus 371,4 metros de eslora, 36, 2 metros de manga, un calado de 9 metros y un registro bruto de 2.630 toneladas, cruza el Canal de Suez, inaugurado en 1869. A bordo del buque iban 56 tripulantes y un pasaje de 13 personas, entre ellos el religioso H.J.Allardice, misionero de la Sociedad para la Propaganda del Evangelio, su esposa y sus tres hijos.

En la segunda semana de marzo, el Queen Elizabeth enfilaba la entrada del Estrecho de Gibraltar. Un fuerte temporal de sureste, que suele traer grandes aguaceros que oscurecen el cielo, "lo deriva hacia la costa española". El vigía divisa un fanal, el nuevo faro de Punta Carnero. Un faro, que según el relato desconoce el capitán, que lo confunde con el de Punta Europa: "maniobra virando a estribor, cree estar ya dentro de la Bahía con tal mala fortuna que a las 20:45 horas, el casco toca alguna roca de las restingas de Punta La Parra, al norte de la ensenada de Guadalmesí, enfilando directamente Cala Parra", provocando una importante vía de agua, dejando el barco a la deriva.

Se menciona la posibilidad de que los carabineros de Cala Arenillas dieran la voz de alarma, mientras se van perdiendo los botes auxiliares. Llegan carabineros de Calafate, Arenillas, Tolmo y Cala Fuerte y los pocos habitantes del poblado de Guadalmesí y Dehesa de la Punta, pero no tienen medios.

Con las primeras luces del día, el capitán ordena arriar el único bote que resta. Realiza tres viajes completos, con ocho personas. En el segundo se incorporan tres marinos españoles que dirigen el bote auxiliados por un cabo desde tierra. Pero en el cuarto, el bote zozobra por la sobrecarga de 23 personas, entre ellas el religioso, su familia y los tres españoles. Los 25 últimos náufragos se salvan después de que el cónsul británico en Algeciras lograra un aparato capaz de lanzar un cable de vida mediante cohetes, transportado a lomos de mulas, tal vez vía Pelayo- Bujeo, Tolmo, tardando en llegar dos días.

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