La Batalla de Trafalgar encuentra su homenaje más pictórico en la galería GH40. Quince pintores del panorama contemporáneo actual de la provincia de Cádiz han mostrado su particular visión de aquella contienda naval que supuso un antes y un después en la historia de España, pero a la que se "han hecho pocos homenajes".

Con esta premisa Juan Antonio Lobato, gerente de la sala isleña, puso en pie este proyecto pictórico que él mismo inició hace cinco años, en el doscientos aniversario de la contienda, desde la playa de Zahora. "El 21 de octubre de 2010, hace ya cinco años, y justo 200 años después de la Batalla de Trafalgar me fui a esa playa con mi mujer y cargué el coche de objetos que encontré en la playa. Entre ellos maderos quemados, restos de hierro, etc., y con esos elementos decidí homenajear en una obra aquel día, en aquel paisaje sin barcos hundidos, ni batalla, pero con la misma escena, el mar y la playa", explica en relación a su propia obra, "quizás la más informal".

Desde aquel día le ronda la idea de montar la exposición Trafalgar. Homenaje a los marinos españoles, en un recorrido por todo el panorama del arte contemporáneo, "desde la pintura más realista o marinista, hasta la más abstracta", comenta. La batalla discurre así entre la obra figurativa de Ángel Torres Aleu o José Manuel Bravo, a la más informal del desaparecido Lolo Pavón o el propio Lobato, pasando por el prisma de otros autores como Hassan Benssiamar, Manuel Caballero, José María Cortés, José Luis Díaz de la Torre, Manuela Malia, Eduardo Martínez, Ángel Martínez, Pepe Palacios, Lucía Romero, Fernando Rubio o Antonio Vela. Este último desata así el sentido más irónico de lo que puede ser una batalla naval, representando de forma sorprendente la muerte de Neilson.

Entre otras escenas destaca la de Ángel Martínez, una historia real y desconocida en la que un marino inglés rescata del mar a una mujer francesa en plena batalla, disfrazada de marinero para acompañar a su marido.

De muerte en un estadio simbólico y enigmático habla la pieza de Manuel Caballero, y en otro más fiel al espíritu de la contienda, la de José Luis Díaz, que pinta la muerte de Churruca o la de Fernando Rubio, en la que escenifica los militares de infante de marina, los naúfragos después del combate, los caídos, etc.

Una de las visiones más abstractas las aporta Eduardo Martínez, con una obra de dos metros por dos metros en la que rescata aquella guerra, pero en la noche, y la más representativa, Torres Aleu, con la clásica mirada de velámenes desplegados, mar bravío y heridos.

De Manuela Díaz es la obra mixta que, a modo de mosaico, exhibe Trafalgar en varias composiciones con el lirio de mar como protagonista.

Un recorrido artístico por todas las facetas de la batalla, desde cualquiera de sus perspectivas a modo de tributo de un hito histórico "que no es lo suficentemente reconocido. Nuestra sociedad, políticos y autoridades tienen poca consideración con una batalla que supuso un hito en la navegación. De hecho, fue la última batalla de barcos de vela en Europa y el mundo".

La muestra puede verse cada sábado, como único día en que la galería GH40 abre sus puertas al público, en horario de 12.00 a 14.00, en una iniciativa "que ha resultado todo un éxito, porque a quien le gusta el arte viene el sábado a ver la propuesta".