Valdés Leal, estrella de las subastas de Isbilya

La 'Virgen del Rosario con el Niño' sale a puja con un precio inicial de 120.000 euros Entre las piezas destaca un pastel de Carmen Laffón

Valdés Leal, estrella de las subastas de Isbilya
Valdés Leal, estrella de las subastas de Isbilya
Mercedes Mendoza Sevilla

21 de octubre 2015 - 05:00

Entre hoy y mañana Isbilya Subastas de Arte acoge en la sede de Jesús de las Tres Caídas su quinta subasta, en la que se ofertan 1.232 lotes de pintura antigua, del siglo XIX, contemporánea y de artes decorativas. Si en su pasada edición la casa consiguió vender San Antonio con el Niño de Murillo por 900.000 euros, en esta ocasión todos los ojos están puestos en Virgen del Rosario con el Niño, un óleo de Valdés Leal que se oferta por un precio incial de 120.000 euros. El lienzo data de 1670, época de madurez del artista, y es una composición armoniosa en la que la figura de la Virgen, ligeramente inclinada, se contrapone al Niño, firmemente apoyado en su regazo y rodeado por pequeños ángeles en escorzo. La pieza, catalogada por el profesor Enrique Valdivieso, fue posiblemente concebida para un oratorio personal y cuenta en su dorso con una inscripción que se ha considerado como la firma del autor.

Otra de las obras más destacables de la colección es Lágrimas de San Pedro, un óleo sobre tabla de Luis de Morales en colores ácidos que sale a puja por 40.000 euros. También merece especial mención un pequeño óleo de Francisco Ribalta, Coronación de Santa Teresa, que en 2003 fue incluido en una exposición sobre Luces del Barroco en Granada y que podrá adquirirse a partir de los 20.000 euros.

En el capítulo de arte contemporáneo predomina Bodegón con el coto desde Sanlúcar, un pastel sobre papel de Carmen Laffón por 9.000 euros que, en palabras de Marta Leite, responsable de ventas de Isbilya, "es bastante reducido en comparación con otras obras de Laffón, que se están cotizando por un precio muy superior". Además forman parte del catálogo de la subasta obras de autores como Teresa Duclós, Manuel Salinas, el recién fallecido Santiago del Campo o el italiano Lorenzo Quinn, de quien se vende una de las pocas piezas escultóricas de la colección.

Alfombras de la Real Fábrica de Tapices, muebles de roble, mantones de manila, piezas de vajilla o espejos de plata engrosan la lista de los elementos decorativos con los que cuenta la subasta, a los que también hay que añadir la venta de joyas que, según Leite, "han tenido muy buena aceptación desde que en la pasada edición fueran incorporadas a la puja".

Entre toda la oferta lo que más abunda es la pintura costumbrista del siglo XIX y las estampas sevillanas, "pues son más fáciles de vender dentro del contexto de la ciudad", afirma Beatriz Valdivieso, encargada de arte contemporáneo de Isbilya. "Igual ocurre con los autores. Sobre todo destacan artistas con gran proyección internacional pero que hayan nacido o desarrollado su obra en Andalucía, pues son los que más interesan al gran público", continúa la historiadora del arte.

Isbilya Subastas de Arte nació hace ahora un año de mano de José Muñoz, quien buscaba ocupar un hueco dentro del panorama sevillano con una casa de subastas como las que tienen otras grandes ciudades españolas como Madrid, Barcelona o Bilbao. En su primera exposición contaron con 958 lotes y tras cinco ediciones esa cifra ha aumentado casi en tres centenas. Aunque gran parte de los compradores son de Sevilla, cada vez reciben más atención tanto a nivel nacional como internacional. "Tenemos muchos clientes de todo el mundo, sobre todo del mercado latinoamericano. Algunas de las obras que hemos vendido han causado mucha expectación, como la réplica que Velázquez hizo del retrato de Felipe IV", señala Leite. Dicha obra fue adquirida el pasado abril por un coleccionista privado que pagó la suma de 750.000 euros. "Para aquellos interesados en la subasta que no puedan desplazarse hasta nuestra sede contamos con un sistema de compras por teléfono y por internet, que se realizan en tiempo real, además de las clásicas pujas por escrito previas al evento", añade Valdivieso.

Esta apuesta por el arte no funcionaría sin la participación de los coleccionistas privados y por ello, desde Isbilya, invitan a los particulares interesados a tasar sus obras para así dinamizar un mercado de arte en la ciudad.

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