Brexit
La UE y Reino Unido concluyen el tratado sobre Gibraltar con el visto bueno de España y el Peñón

Laura Salcines y el Barrio de Santa Cruz

Laura Salcines perteneció a ese grupo de mujeres que hicieron del barrio de Santa Cruz un lugar muy especial

Laura Salcines, en Populart
Luis Sánchez-Moliní

04 de julio 2023 - 00:01

DE la época dorada del barrio de Santa Cruz, cuando el turismo era verdaderamente sostenible y compatible con una cierta gauche divine sevillana (con más de divine que de gauche), apenas queda hoy Populart, la tienda de cerámica tradicional española fundada por Laura Salcines. Fallecida hace apenas unos días, Salcines llegó a Sevilla un octubre de 1972, desde su pueblo montañés de Soto de la Marina. Muchos años después aún recordaba que se bajó del tren a las 20:30, en la Estación de Cádiz, y que su primera visión fueron las palmeras y las murallas del Alcázar a contraluz, en uno de esos nítidos atardeceres del otoño sevillano. En ese momento decidió quedarse a vivir en la ciudad, donde poco después se casó con Rolando Campos, autor entre muchas otras obras de una de las pocas esculturas acertadas que se han instalado en Sevilla en las últimas décadas, el Mozart del Maestranza.

Laura Salcines pertenecía a un grupo de mujeres que hicieron del barrio de Santa Cruz algo mucho más interesante que la tarta turística que soñó el Marqués de la Vega-Inclán. Y lo hicieron con un comercio original y de calidad, dándole a la antigua judería una capa de sofisticación de la que ya muy poco queda. Establecimientos como Fernán Caballero, de Lilí Romero de Solís; la tienda de encajes y lencería de la diseñadora y pefumista Meye Maier, o la inolvidable librería de viejo Trueque, de Rebecca Buffuna, hacían de Santa Cruz un lugar muy diferente al actual barrio embrutecido por el turismo masivo y los comercios de cartón piedra que venden ropa ibicenca, tapas recalentadas o yogures helados.

Laura Salcines, inspirada por Zenobia Camprubí, montó Populart –aún abierta y gestionada por sus hijos– y nos dio a guiris y sevillanos la oportunidad de admirar y comprar lebrillos, olambrillas, tinajas, azulejos, platos, botijos o baños salidos de los más antiguos alfares de España, desde Triana a Talavera, pasando por Salvatierra de los Barros. Allí compré una olambrilla en la que Sancho y Rucio trotan alegres hacia el horizonte y un grabado de la moda española a principios del siglo XVIII. Pero, sobre todo, atesoro un regalo que Laura Salcines me hizo con motivo de una larga entrevista de la que guardo un recuerdo gratísimo: una pequeña quesera de la Sierra de Huelva tallada en madera. Es un objeto rudimentario, pero extraordinariamente hermoso. Me recuerda continuamente que la verdadera belleza reside siempre en la autenticidad de las cosas, las personas y los lugares. No es poca lección. Gracias, Laura Salcines.

2 Comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla (ICAS)

Teatro Lope de Vega de Sevilla: objetivo abrir en 2025

Lo último