Fallece la periodista Margarita Rivière

La periodista y ensayista catalana Margarita Rivière, que falleció ayer a los 70 años a consecuencia de una enfermedad pulmonar, fue un referente periodístico, de progresismo y feminismo desde los años de la Transición. Hija de publicitario, estudió Periodismo en la Escuela de la Iglesia de Barcelona, se licenció también en Filosofía y Letras, y su afición a la moda la llevó incluso a estudiar diseño en París, siendo entre 1964 y 1968 corresponsal en España de la revista Marie Claire. El Periódico de Catalunya, de cuyo equipo fundacional formó parte en 1978, confirmó ayer que Rivière, nacida en Barcelona en 1944, llevaba un año luchando contra la enfermedad y el pasado lunes ya no pudo asistir a la presentación de su último libro, Clave K, una novela donde convergen iluminados políticos, codiciosos magnates y ambiciosos periodistas.

En El Periódico de Catalunya y durante casi una década la periodista fue responsable de la sección de Cultura y Espectáculos y dirigió el Dominical (1978-1981). Además, se hizo muy conocida con las entrevistas para la contraportada que hizo para La Vanguardia durante los años 90. También fue colaboradora de El País y El Correo, dirigió la agencia Efe en Catalunya entre 1988 y 1992, y lideró el proyecto de la revista literaria Qué leer.

En los últimos 30 años, Rivière se interesó por el fenómeno de la moda como sistema comunicativo definitorio de cada época, y en esta línea publicó Lo cursi y el poder de la moda (Premio Espasa 1992), La década de la decencia (Anagrama, 1995), el Escándalo y la sospecha y Crónicas virtuales, entre otros títulos. Como anécdota, desde Efe dio la exclusiva del primer esbozo de la imagen que tendría la mascota de los Juegos Olímpicos de Barcelona, , creado por Javier Mariscal. Estaba casada con el periodista y crítico de cine Jorge de Cominges y tenía dos hijos, Hugo y Clara.

Para el periodista de La Vanguardia y escritor Sergio Vila-San Juan, no se entiende la historia del periodismo español de las ultimas cuatro décadas sin Rivière, que siempre fue una periodista "comprometida con la causa democrática", muy preparada culturalmente y una gran defensora del feminismo desde todos los campos, incluso el práctico, cuando ya en los años 70 escribía sobre los métodos de anticoncepción, un tema arriesgado en aquella sociedad.