Cine liliputiense

Los viajes de Gulliver. Estados Unidos, Aventura, Comedia, 2010. 86 min. Dirección: Rob Letterman. Guión: Joe Stillman, Nicholas Stoller. Intérpretes: Jack Black, Amanda Peet, Emily Blunt, Jason Segel.

En tiempos cinematográficamente liliputienses, mejor no tocar a los clásicos. Porque el resultado suele ser una jibarización que reduce a las minúsculas proporciones del presente las grandes obras del pasado. Es el caso de este Gulliver que más vale olvidar lo más rápidamente posible para no perturbar el sueño eterno de Jonathan Swift.

Desde que su grandísima novela -a la vez apasionante relato fantástico para niños y aguda sátira política para adultos- fuera llevada por primera vez al cine en 1902 por Melies y en 1903 por Segundo de Chomon, se han producido más de 20 adaptaciones rusas, norteamericanas, francesas, inglesas y hasta japonesas para cine y televisión, destacando la de dibujos animados realizada por Max Fleischer en 1939 y la dirigida por Jack Sher -con efectos especiales del gran Ray Harryhausen y una portentosa banda sonora de Bernard Herrmann- en 1960. Pues ninguna puede compararse -a la baja, claro- con esta versión hecha para mayor lucimiento de ese terrible actor que es Jack Black. Algo así como Gulliver en el Club de la Comedia. Una pesadilla.