Provincia de Cádiz

El transporte público: la gran asignatura pendiente de la Bahía de Cádiz

Los Cercanías y Media Distancia unen la Bahía por tren.

Los Cercanías y Media Distancia unen la Bahía por tren. / Julio González

Hace cuatro años, el último dato oficial existente, el usuario del transporte público en la Bahía de Cádiz apenas alcanzaba al 13% del total. Se calcula que al día se mueven por las poblaciones de la Bahía más de 100.000 personas, como si fuéramos una única ciudad en constante actividad. Según esta cifra más del 80% utiliza su propio automóvil para ir de un sitio a otro.

Dos décadas antes el porcentaje en favor del sistema público estaba siete puntos por encima, para llegar al 20%. El objetivo que en aquella época, hablamos de 1997, se marcaba la Junta de Andalucía era que en una década (2007) el uso público fuese del 35%.

Un simple análisis de estas cifras indica que se ha fracasado en la apuesta por rebajar la utilización del coche privado, y con ello mejorar la sostenibilidad y la contaminación. Y sin embargo, nunca en estas últimas décadas ha aumentado tanto el número de trenes, autobuses e incluso catamaranes puestos en servicio en la Bahía.

A la hora de explicar el por qué de este fracaso bien se podría considerar la facilidad con la que el usuario del coche privado sigue encontrando aparcamiento en muchas ciudades. La tendencia que en buena parte de Europa está saliendo adelante del cierre al tráfico de los centros históricos o la limitación del mismo, aquí sigue costando sacar adelante, provocando las quejas de algunos colectivos, acostumbrado a dejar el coche a pie de la puerta de su casa. 

Ayuntamientos como Cádiz llevan unos años con una campaña de peatonalización del casco histórico, que ahora se reforzará con el control de los accesos mediante cámaras gracias a los fondos europeos que se han conseguido. San Fernando y Chiclana van también en esta línea.

En estas operaciones se falla en la apertura de aparcamientos disuasorios en la entrada de cada localidad y la existencia de un sistema de autobuses urbanos más potente. La Isla sí cuenta con un sistema de estacionamientos gratuitos que ha reducido el paso del coche privado al centro, mientras Cádiz encara la última fase, con cierto retraso, para una revolución del transporte urbano, con más vehículos y trayectos más eficientes.

Que lo público funcione bien

Pero, aún mejorando estos déficit, de poco serviría este control de lo privado, si lo público no evoluciona y funciona bien

Aunque se haya crecido en la oferta de trenes, autobuses y catamaranes, ésta sigue siendo insuficiente. En el último caso, desde hace meses son constantes las averías que se producen en los barcos que cubren el servicio entre Cádiz, El Puerto y Rota, lo que evidencia que hay que mejorar este servicio y disponer de equipos de reserva para no recortar el servicio. Si un barco, un autobús o un tren falla de forma continuada resta efectividad y el usuario acaba volviendo al automóvil privado.

Un catamarán en su recorrido por la Bahía. Un catamarán en su recorrido por la Bahía.

Un catamarán en su recorrido por la Bahía. / Jesús Marín

Igualmente es necesario ampliar horarios en servicio en el tren y en el autobús, especialmente a partir de la media tarde y hasta el cierre de los servicios. Hay demasiados huecos en las rutas que unen las ciudades de la Bahía y Jerez y trenes y autobuses terminan demasiado pronto tanto para los que trabajan como para que van a otra ciudad por cuestiones de ocio.

Junto a ello, hasta hace poco no se ha unificado el uso de los billetes en buena parte de estos transportes, lo que facilita su uso aunque siempre cabe ampliar los modelos de viaje para promocionar el pasaje de gente joven, mayores, viajeros con niños o quienes llevan su bicicleta o su mascota.

Ahora se le une la llegada del tranvía metropolitano. Es una incógnita si atraerá a vecinos que hoy prefieren viajar en sus coches. Como nuevo servicio hay que darle un plazo de tiempo que servirá, o no, para afinar horarios y reducir paradas secundarias en algunos trayectos que ralentizan el viaje. Y habrá que ver si es lógico o no que el tranvía solo llega la mitad de las ocasiones a Cádiz, cuando desde un principio la Junta afirmaba que este medio solo sería eficaz si llegaba siempre a la capital.

En contra de los intereses del transporte público, en los últimos meses se han incrementado los problemas en las conexiones de Cercanías y Media Distancia de Renfe (sin entrar en el Largo Recorrido, donde aún no se ha recuperado todos los trenes que unían Cádiz con Madrid antes de la pandemia). O bien los primeros se llenan con facilidad, que se solventarían enganchando más vagones en cada trayecto, o bien habría que ampliar el número de viajes.

La Junta de Andalucía, por su parte, encara la fase final de la elaboración del Plan de Transporte Metropolitano de la Bahía de Cádiz. Lleva con éste documento desde 2014 y espera que esté listo a finales de 2013.

El Plan, por lo conocido hasta ahora, hace una defensa decidida por el transporte público, que lo complementa con los carriles para bicicletas y los senderos peatonales (algunos ya en marcha). Y apuesta también por la colaboración de los municipios pues constata, como es lógico, que si las ciudades no hacen su propia apuesta por lo público, será complicado que funcionen las conexiones interurbanas.

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