La supresión o reducción del impuesto sobre el valor añadido (IVA) en determinados alimentos básicos de la cesta de la compra ha pasado más bien desapercibida en toda la provincia, donde el impacto de la medida aprobada por el Gobierno -que entró en vigor el 1 de enero- ha quedado diluido en medio de la vorágine de las compras navideñas.
En grandes supermercados y tiendas medianas, la mayoría de los clientes ni siquiera sabía de la puesta en marcha de esta rebaja aplicada para contrarrestar la escalada de precios que se registra desde hace meses.
"¿Qué ha bajado el IVA? No he notado nada", afirmaba en San Fernando una de las clientas que acaba de hacer una compra en el súper. El ticket de la compra seguía pareciéndole igual de caro: más de 80 euros en esta ocasión... "Y llevo cuatro bolsas...".
Tampoco ha tenido impacto alguno la medida en fruterías y pequeños establecimientos de la localidad. "Los precios siguen igual por el momento", afirman.
Lo mismo ocurre en las panaderías, donde el precio de la barra de pan, por el momento se mantiene igual. "Es que la harina no ha bajado", apuntan.
Así que la rebaja del IVA, al menos a corto plazo, no parece que haya tenido un gran impacto en la localidad, donde todo aparenta seguir igual. Sobre todo para los consumidores.
La medida del Gobierno central contempla la eliminación del IVA 'superreducido' (del 4% al 0%) para el pan, la leche, el queso, los huevos, las frutas, las verduras, las hortalizas, las legumbres y los cereales; y la reducción del 10% al 5% para el aceite y la pasta.
En la plaza de abastos de El Puerto de Santa María la bajada del IVA está pasando también en estas primeras jornadas laborales del año sin apenas repercusión.
La medida se limita a determinados alimentos de primera necesidad, pero no afecta a productos como la carne o el pescado, por lo que las cifras que se barajan son muy bajas. Así, en la pollería que regenta Miguel Hernández el único producto que ha bajado de precio por la aplicación del IVA superreducido del 4% son los huevos, que pasan de costar 3,50 a 3,45 la docena, una cantidad apenas significativa.
Lo mismo explican en la frutería Kike, donde un kilo de patatas cuesta tres céntimos menos que la semana pasada, notándose un poco más el nuevo IVA en productos fuera de temporada que están ahora más caros, como los pimientos o las judías verdes, donde el descenso de precio por kilo puede rondar los 20 céntimos.
Tampoco se aprecia el descenso, de momento, en el pan, ya que al menos en las panaderías consultadas por este periódico de momento hoy tenían los mismos precios que hace una semana.
En cuanto al aceite, en uno de los puestos de la plaza especializados en este producto su propietaria explica que de momento el género que vende se adquirió antes de la entrada en vigor de esta medida, por lo que no han aplicado aún la reducción del IVA para la venta, a la espera de la nueva remesa.
Entre la clientela, tampoco ha sido una medida que haya supuesto una gran mejora ya que saben que lo que baje por un lado subirá por otro, como explican los mismos comerciantes. "Ahora a primeros de año sube todo, así que lo que baje de IVA se pagará por la actualización de precios y el consumidor prácticamente ni lo notará", asegura uno de los comerciantes. "Mientras no bajen los precios de la electricidad o los combustibles no hay nada que hacer, eso es lo que mueve el mundo", dice otro.
En definitiva, una medida que no se está dejando notar de momento en la cesta de la compra y en la que ni comerciantes ni consumidores tienen mucha confianza.
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