La labor social de la Iglesia, el trabajo con los más necesitados y su acción caritativa suponen irremediablemente uno de los pilares de la diócesis. Y en este sentido, la información publicada por el Obispado pone de manifiesto que en el último ejercicio han sido más de 31.000 personas las que de algún modo han sido atendidas por la Iglesia.

La cifra más cuantiosa, lógicamente, es la aportada por Cáritas a través de los grupos de acción que tiene localizados prácticamente en todas las parroquias. Un total de 26.049 personas necesitaron de la ayuda de Cáritas el pasado año; principalmente para atender necesidades primarias (alimentación, pago de recibos de luz o de agua, o gastos médicos, por ejemplo). Esta cifra se une a las 1.590 personas que fueron ayudadas a través de centros de atención a los más desfavorecidos, traslada el Obispado.

Los inmigrantes ocupan otro de los porcentajes destacados en la labor diocesana durante el pasado año. Hasta 1.390 personas recibieron asesoramiento jurídico en el centro Tierra de Todos, a lo que se une el medio centenar de inmigrantes que han pasado por el centro de acogida Tartessos.

La diócesis gestiona ocho centros para mayores, donde se atendieron a un total de 640 personas

Ocho residencias de ancianos y casas destinadas a ellos gestiona el Obispado, mediante lo cual atiende a 640 personas mayores, otro de los colectivos con los que trabaja la Iglesia de Cádiz; que también trabajó con otras 626 personas con el objetivo de lograr su integración laboral, utilizando para ello centros y programas específicos.

También atendió la diócesis a 392 personas que pasaron por los dos centros de orientación familiar y defensa de la vida que mantiene abiertos el Obispado y que buscan mediar para evitar conflictos dentro de las familias. Y otras 161 personas recibieron atención en los centros de menores, que se contabilizan siete a lo largo del territorio diocesano.

También fueron objeto de atención por parte de la Iglesia en Cádiz sesenta mujeres que recurrieron a las herramientas que ofrece para las exprostitutas o las víctimas de violencia. Y setenta personas más que pasaron por los centros asistenciales, ambulatorios y de atención a enfermos de VIH.