Ofensiva ministerial en un año claramente electoral

Los ministros de Sánchez han prometido obras en Cádiz por valor de mil millones de euros en los dos últimos meses

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, junto a la alcaldesa de San Fernando, Patricia Cavada, en una visita este mismo mes al astillero isleño de Navantia.es de euros  en los dos últimos meses

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, junto a la alcaldesa de San Fernando, Patricia Cavada, en una visita este mismo mes al astillero isleño de Navantia.es de euros en los dos últimos meses / Miguel Gómez

Los niños ya no vienen con un pan debajo del brazo. Ahora los que vienen a esta provincia con algún regalo son los ministros de Pedro Sánchez, que traen consigo millones de euros –siempre virtuales– para la ejecución de proyectos que, por lo general, venían siendo demandados por la sociedad gaditana desde hacía mucho tiempo pero que ahora, de manera milagrosa, parecen haber encontrado una solución, curiosamente cuando hay unas elecciones municipales a la vuelta de la esquina (el 28 de mayo) y con unas elecciones generales cruciales a finales de año.

Partimos de la base de que esto no es nuevo. Siempre que se acercan unas elecciones llega una avalancha de obras a última hora y a toda prisa para poder inaugurarlas a tiempo, llega también un sinfín de promesas por parte de todos los partidos y de manera especial se produce una catarata de compromisos por parte del partido gobernante. Pero lo que se está viendo en la provincia de Cádiz en los dos últimos meses no se había visto jamás. Y es que los ministros del PSOE que visitan de continuo esta provincia han prometido o han anunciado obras cuyo valor supera ya los 1.000 millones de euros, es decir, el doble de lo que costó el segundo puente sobre la Bahía.

Como si fueran los tres Reyes Magos, María Jesús Montero (Hacienda), Raquel Sánchez (Transportes) y Fernando Grande-Marlaska (Interior) se vienen encargando desde finales del pasado enero de bombardear a la opinión pública gaditana prácticamente todas las semanas con promesas de todo tipo: astilleros, infraestructuras viarias y ferroviarias, nuevas dependencias para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, etc.

Además, a este bombardeo de una intensidad jamás vista se ha sumado también el subdelegado del Gobierno en Cádiz, José Pacheco, que ha ido detallando inversiones que se van a acometer en el litoral, y también una lluvia de comunicados de los diferentes ministerios para anunciar obras en materia de infraestructuras o de medio ambiente.

Y entre quienes reciben esta catarata de mensajes habrá de todo, claro. Porque habrá quienes se los crea a pies juntillas y los aplauda con deleitación; habrá quienes critiquen sin tapujos al Gobierno con el típico “sí, hombre, a mí me van a engañar para que les vote”; y seguro que habrá quienes se queden en una posición intermedia, sorprendidos por el hecho de que estas promesas se hayan dejado todas para el final de la legislatura pero que cruzan los dedos confiados en que todo estos compromisos terminen siendo realidad.

De este millón de euros anunciado por los ministros de Pedro Sánchez en apenas dos meses, el más generoso es el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) que dirige Raquel Sánchez. Este dato no debe sorprender por cuanto esta cartera ministerial es siempre la que maneja más inversión en obra pública.

A finales de enero Raquel Sánchez visitaba Algeciras, donde anunciaba la "próxima" presentación de un Plan Director para el tramo ferroviario Algeciras-Bobadilla y Zaragoza-Algeciras en el que se invertirán 450 millones de euros con el objetivo de acelerar la modernización de la línea y de impulsar el transporte de mercancías en tren. La inversión, dijo, se hará en los próximos cinco años, transformando el tramo con acciones sobre la electrificación, la adaptación de los gálibos y la conversión a vía de ancho mixto. La primera obra, según destacó la ministra, saldrá a licitación este año con un presupuesto de 100 millones.

Es verdad que esta primera partida comprometida no atañe en exclusiva a Cádiz porque afecta a varias provincias, pero es indudable que su trascendencia en el territorio gaditano es mucha, ya que la mejora de las arcaicas conexiones ferroviarias con Algeciras y su puerto es una de las reivindicaciones más antiguas de la provincia.

Algo similar sucede con la autopista AP-4, que une Cádiz con Sevilla y que en los próximos años recibirá una inversión de 277 millones de euros, según anunció la propia Raquel Sánchez en la capital hispalense a mediados de marzo. Para no tener que desdoblar la antigua N-IV entre el aeropuerto de Jerez y Dos Hermanas, el Gobierno ha optado por construir un tercer carril en la autopista, unas obras que arrancarán por el tramo más cercano a Sevila. No obstante, esa obra también afecta mucho a Cádiz porque el Mitma tiene pensado reasfaltar en su totalidad esta importante vía de comunicación y además construirá tres nuevos enlaces en suelo gaditano: una nueva vía que comunicará la autopista con la autovía Jerez-Los Barrios (A-381), otra conexión entre la AP-4 y la A-4 a la altura del aeropuerto y también otro enlace en la salida de la autopista en dirección a Puerto Real y El Puerto.

En total la ministra de Transportes ha comprometido en el tren a Algeciras y en la autopista a Sevilla un total de 727 millones de euros. Pero es que, aparte, esta cartera ministerial ha anunciado en estos dos meses los avances habidos en la tramitación del futuro nudo de Tres Caminos, que está ahora en fase de adjudicación y que costará 92 millones, y el anuncio inminente de la construcción de dos rotondas en la N-340, en la falda de Vejer. Esta última actuación, que ya ha sido adjudicada y que ha sido ideada para combatir la peligrosidad en este transitado enclave, tiene prevista una inversión de 2,66 millones de euros.

A esta carrera irrefrenable por anunciar obras en esta provincia se sumó este mismo mes el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, que en un mismo día, el pasado día 17, se plantó primero en El Puerto para anunciar la construcción de una nueva Comisaría de Policía (presupuestada en 15,8 millones de euros) y luego se fue a Chiclana para hacer lo propio con el nuevo cuartel de la Guardia Civil, que costará 6,3 millones.

El ministro Grande-Marlaska conversa con el alcalde de Chiclana, José María Román, el pasado 17 de marzo. El ministro Grande-Marlaska conversa con el alcalde de Chiclana, José María Román, el pasado 17 de marzo.

El ministro Grande-Marlaska conversa con el alcalde de Chiclana, José María Román, el pasado 17 de marzo. / Julio González

A falta de un ministro propio de Cádiz –Juan Carlos Campo fue cesado como titular de la cartera de Justicia en 2021– quien más se está viendo en los últimos meses por la provincia gaditana es la sevillana María Jesús Montero, ministra de Hacienda. A finales de enero Montero comprometió una inversión de 43 millones de euros para modernizar el astillero puertorrealeño de Navantia, un dinero que será puesto por la SEPI (sociedad dependiente del Ministerio de Hacienda) y que servirá para modernizar el taller de bloques planos con una línea automatizada que permitirá incrementar la calidad y eficiencia en los programas en los que participa el astillero, tanto los de energía eólica marina como los de construcción naval.

Y apenas un mes después, a principios de marzo, Montero llegaba a San Fernando para prometer algo parecido pero ahora en el astillero isleño de Navantia y con una inversión mayor que llegaba a los 62,3 millones de euros. Una parte de ese dinero se destinará a modernizar el taller de unidades abiertas planas, con el objetivo de impulsar la competitividad de este astillero, y otra parte se centrará en el Centro de Excelencia de Sistemas Navales.

Pero no sólo de inversiones en Navantia vive el Ministerio de Hacienda. Por eso la titular de esta cartera se trasladó esta misma semana a Rota para anunciar un pago de algo más de un millón de euros al Ayuntamiento roteño en concepto de compensación por la presencia en su suelo de una base militar compartida con Estados Unidos. Esta partida ya la venía percibiendo Rota. La novedad este año es que el Gobierno reserva otro medio millón de euros a repartirse entre los municipios limítrofes con Rota y a los que, supuestamente, les perjudica la actividad en la Base. Son los casos de El Puerto, Sanlúcar y Chipiona.

A todos estos compromisos anticipados por los ministros del ala socialista del Gobierno hay que sumarle en estos dos últimos meses otros anuncios de obras como la autorización dada por la Administración estatal al convenio para la construcción de la nueva depuradora de Barbate (costará 32,6 millones y el 30% lo asumirá la Junta de Andalucía), la reparación en El Puerto de la Muralla de Santa Catalina (su presupuesto es de 1,5 millón de euros) o el proyecto de construcción de la nueva sede de la Subdelegación del Gobierno en Cádiz, con una inversión estimada de otro 1,5 millón de euros.

Esta ofensiva ministerial por llenar esta provincia de promesas en los dos últimos meses tuvo un par de ensayos generales a finales del año pasado. Así, el presidente de Navantia, Ricardo Domínguez, adelantaba en diciembre que los astilleros de la Bahía construirán dos buques hidrográficos para la Armada Española por un importe de 40,3 millones de euros. Lo anunciaba en el astillero de San Fernando, en presencia de la ministra de Industria, Reyes Maroto, y en el acto de entrega de la tercera corbeta a Arabia Saudí.

Eso fue en diciembre y a día de hoy nada más se sabe de ese contrato como tampoco se sabe mucho más del anuncio que la alcaldesa de Jerez, Mamen Sánchez, y el senador socialista por Cádiz Alfonso Moscoso hicieron en noviembre y según el cual el Ministerio de Transportes se habría comprometido a invertir 1,8 millones de euros para ampliar la carretera entre la rotonda del Michelín y la autopista AP-4, concebida como uno de los accesos claves a Jerez.

Todas las obras hasta aquí reseñadas suman un importe de más de 1.028 millones de euros. En ese montante no se contabilizan otras obras que vienen siendo acometidas por el Estado y que dieron inicio hace relativamente poco tiempo. Por ejemplo, la vicepresidenta Teresa Ribera visitó ayer la rehabilitación que ya se viene acometiendo en las murallas de Cádiz en dos fases (Santa María del mar primero y Campo del Sur después) y que superan el 1,6 millón de euros de inversión. Además, Ribera conoció el viernes de primera mano en Castellar el desarrollo del Plan Estratégico para La Almoraima que se puso en marcha en 2021 y que contempla una inversión de 25 millones de euros para impulsar la reconversión turística y ecológica de este enclave natural único.

También en el Campo de Gibraltar se viene construyendo desde el pasado verano el acceso sur al puerto de Algeciras, con un coste inicial de 40 millones, y en El Puerto debe estar próximo a finalizar el nuevo paseo marítimo entre Las Redes y Vistahermosa, con un coste de casi 800.000 euros.

Este aluvión sin fin de compromisos ministeriales tiene una fecha tope porque el 4 de abril el BOE publicará la convocatoria de las elecciones municipales y a partir de ahí la Ley Electoral restringe mucho la actividad política. Pero para ello aún quedan días y si algún ministro quiere darse otra vuelta por esta provincia para anunciar más obras, ahí va una relación de proyectos anunciados en su tiempo y de los que se sabe poco o nada: el desdoble de la N-340 entre Vejer y Algeciras, la construcción de las siete rotondas proyectadas en la N-340 a su paso por Tarifa, las obras en el tramo de la N-340 comprendido entre Tarifa y Algeciras para aumentar su capacidad y mejorar la seguridad vial, los refuerzos en los acantilados de la playa conileña de la Fuente del Gallo, la nueva comisaría de Policía de La Línea, la variante de Campamento (San Roque), la ampliación de la pista del aeropuerto de Jerez o el futuro apeadero del tren en la zona norte de Jerez. Total, como es año electoral, a ver si cae algo más. Porque ojalá todos los años hubiera elecciones.