Consecuencias del paro de transportistas

Los mercados de San Fernando: "Hay de todo, estamos abasteciendo al pueblo"

Una pescadería del Mercado de San Antonio.

Una pescadería del Mercado de San Antonio. / D.C.

"Estamos abasteciendo al pueblo". Raúl Serván, representante de los detallistas del Mercado Central de San Fernando, lanza el mensaje de que los puestos de verduras y frutas, pescado y carne cuentan con género de todo tipo para atender las demandas de sus clientes. En el Mercado de San Antonio la situación en la misma como muestran su expositores, repletos de todo tipo de materia primas.

"Escucho que las grandes superficies, que son nuestra competencia más grande, no tienen productos, y el mercado tiene de todo. No sé por qué los ciudadanos no acuden al mercado tradicional", comenta Serván, que insiste en que el Central sigue ofreciendo al consumidor una gran variedad de productos.

Eso sí, los detallistas han tenido que moverse más de lo habitual, como dejaban claro ya en los primeros días de paro de los transportistas, para abastecerse. En el caso de Raúl Serván, que despacha en una carnicería, asegura que no ha tenido "falta de nada", "ni tengo, porque hay muchos mataderos y me he movido mucho". "Unos tenían una cosa, otros contaban con otra. He intentado coger de todos lados. Lo que sí he notado en límite de cantidad: si pedías 10 cajas de pollos te traían seis, por ejemplo. Pero he mantenido todo el suministro", detalla.

A su alrededor los puestos, como el suyo, "están llenos" y no hay excepción para los negocios que ofrecen otro tipo de género, es decir, que fruterías y pescaderías continúan con su actividad, más allá de que hayan tenido que buscar más para contar con mercancía para la venta. 

Un frutero del Mercado de San Antonio atiende a una clienta. Un frutero del Mercado de San Antonio atiende a una clienta.

Un frutero del Mercado de San Antonio atiende a una clienta. / D.C.

Una vuelta por el Mercado de San Antonio confirma las palabras de este detallista. En estas dependencias también han percibido dificultades para el suministro, pero de nuevo se han "buscado la vida" para poder seguir vendiendo: aunque haya carencias de productos concretos, "se apañan".

"Todos estamos sufriendo la subida de los precios. Nosotros también hemos tenido que subir por ejemplo a la hostelería, ajustando mucho para que fuera lo mínimo, pero al final ellos también tendrán que repercutirlo en el precio de la tapa. Esto es una cadena y el que va a sufrir al final es el consumidor, la mujer que compra es la que va a pagarlo más caro cualquier género, y la que vaya a tomarse una cerveza a un bar, igual", resume Serván.

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