Costa Noroeste

Así era la Sanlúcar que conoció Elcano

Participantes de la Cena de la Circunnavegación, organizada por el Círculo de Artesanos de Sanlúcar el pasado viernes en el Castillo de Santiago.

Participantes de la Cena de la Circunnavegación, organizada por el Círculo de Artesanos de Sanlúcar el pasado viernes en el Castillo de Santiago. / Jesús Cuevas (Sanlúcar)

La Circunnavegación fue toda una odisea de la transición de la Edad Media a la Modernidad que tuvo en Sanlúcar el Cabo Cañaveral de la época. De la población de la villa sanluqueña en el siglo XVI no existen datos fehacientes debido a que los padrones fiscales, los militares y los protocolos notariales desaparecieron en el incendio que se produjo en el Archivo Municipal en enero de 1933, contando únicamente con datos de los libros bautismales, cuadernillos de vecindades o actas capitulares. A pesar de ello, es posible vislumbrar su situación poblacional general.

A principios del siglo XVI, Sanlúcar sumaba unos 5.080 habitantes, de acuerdo con el padrón de vecinos de 1533, que se realizó para obtener una visión global de habitantes de la zona de la desembocadura del río Guadalquivir, incluyendo Sevilla, Jerez, la Casa de Arcos y el estado señorial de los duques de Medina Sidonia, del cual Sanlúcar era capital. Se trataba de una villa populosa, una auténtico hervidero de gentes que iban y venían de todas parte al calor del comercio y de los viajes a las Américas, sujeta a las exploraciones del Atlántico y al movimiento económico del Guadalquivir.

El incremento poblacional de Sanlúcar tuvo consecuencias negativas, pues agudizó las hambrunas y epidemias que azotaban la región, lo cual supuso un revés para la tendencia de crecimiento que vivía la villa desde el siglo XV, cuando era puerto de salida de las embarcaciones que comerciaban con el norte de Europa y de las que conquistaban y evangelizaban las Canarias. La pérdida de pobladores llevó consigo un detrimento en las rentas de don Juan Alonso de Guzmán, XI Señor de Sanlúcar, VI Duque de Medina Sidonia, quien favorecerá a los vecinos de la villa de El Puerto de Santa María para marchar a vivir a Sanlúcar, esperando de este modo aumentar la población y, con ello, sus ingresos.

En cuanto a la estructura social, desde el punto de vista fiscal estaban los denominados pecheros, que contribuían con sus impuestos a las arcas del concejo, y los exentos, libres de cargas tributarias. Los pecheros eran un grupo amplio y de gran variedad, pues incluía a pobres, jornaleros, artesanos, pequeños propietarios, sector terciario y los caballeros. En el escalón más bajo se encontraban los pobres. Entre los exentos de impuestos estaban los francos, que eran aquellas personas que acudían a vivir a Sanlúcar y que ofrecían una labor inexistente en la villa pero necesaria; los hidalgos, un grado más bajo de la aristocracia; y los eclesiásticos.

Además de los vecinos nacidos en la villa y residentes, había un amplio número de foráneos y extranjeros. Los foráneos eran personas procedentes de otras regiones del Reino de Castilla que llegaban a Sanlúcar al abrigo de la actividad comercial y marítima, destacando la presencia de vascos, santanderinos y gallegos. Entre los extranjeros los grupos más destacados eran los bretones, flamencos e italianos, que iniciaron su andadura por la villa asistiendo a las vendejas, antiguas ferias de comercio que se celebraban dos veces al año. Poco a poco la presencia de extranjeros se hizo permanente desarrollándose comunidades de peso.

Sanlúcar era entonces deficitaria en la producción de trigo, pues sus tierras de marismas no eran las más apropiadas para su cultivo y la mayor parte del suelo agrícola era utilizado para la vid, más rentable desde el punto de vista comercial.

La  escasez de trigo acarreó la miseria en la población, situación que se agudizó en 1522, año de profunda hambruna, pues las condiciones meteorológicas no fueron las más favorables para la agricultura en todo el territorio andaluz. Fue un periodo lleno de penurias, incluida una epidemia de peste.

Entre los edificios y lugares más significativos de la Sanlúcar que conocieron Magallanes y Elcano figuran el Castillo de Santiago, la Parroquia de Nuestra Señora de la O, el Palacio Ducal, la Puerta de Jerez, el Arco de Rota, Las Covachas, las iglesias de la Trinidad y San Jorge, y los convenios de Regina Coeli y de Madre de Dios.

Toda esta información y muchos más datos de interés de la época se pueden consultar en la página web municipal www.sanlucarprimeravueltaalmundo.com.

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