La flota del voraz empieza un paro biológico de dos meses sin subvención

Un centenar de barcos pesqueros dedicados a la extracción del voraz en aguas del Estrecho de Gibraltar deberán permanecer amarrados a puerto hasta el próximo nueve de abril. Ayer lunes comenzaba un nuevo paro biológico según quedaba establecido en la Orden APA/445/2008 de 18 de febrero que establece un nuevo Plan de Pesca anual.

Por primera vez, este plan no lleva consigo ayudas económicas. Los marineros se han tenido que acoger al paro, mientras que los armadores no dispondrán de alternativa económica. El presidente de la Federación Andaluza de Asociaciones Pesqueras (FAAPE), Pedro Maza, confiaba ayer en que una vez que se llegue al límite previsto en la reducción de flota, se pueda aprobar un nuevo plan de pesca que conlleve algún tipo de ayuda.

En caso contrario, tanto Maza como el presidente de la Federación Andaluza de Cofradías de Pescadores, Manuel Peinado, ven complicado que los pescadores puedan afrontar un parada biológica en la que están de acuerdo y creen necesaria, sin recibir ayudas por parte de la administración.

Actualmente son 103 los barcos dedicados a la pesca del voraz, siendo las bases los puertos de Tarifa y Algeciras. El objetivo, según establecía el último plan era reducir el número de flota hasta llegar a las 85 unidades.

El paro biológico, según la orden publicada en el BOE del pasado sábado, imposibilita la captura de voraz en la zona marítima comprendida entre Punta Camarinal y Punta Europa.

El plan de pesca, que viene regulando en distintas ediciones la actividad desarrollada con el arte denominado voracera, se prorrogó durante los años 2006 y 2007, después de que los pescadores plantearan la necesidad de seguir con este tipo de medida para paliar la crisis del caladero. Un paro biológico que, en opinión del sector, ha sido muy positivo, pero por el que creen que hay que seguir apostando si se quiere mantener en condiciones el caladero.

El plan de pesca establece una cuota anual de capturas de voraz para esta flota de 270.000 kilos, y una actividad pesquera de un máximo de cinco días a la semana, debiendo cesar la actividad durante 48 horas continuadas. La talla mínima de los ejemplares capturados no podrá ser inferior a los 33 centímetros de longitud o 350 gramos de peso. Los ejemplares de voraz de talla inferior a la prevista no se podrán retener a bordo, transbordar, desembarcar o descargar ni depositar, debiendo devolverse inmediatamente a la mar tras su captura. La longitud máxima de cada voracera no podrá ser superior a 120 metros, quedando siempre uno de los extremos de la línea madre fijo a la embarcación.