Verdemar promueve que el Estrecho de Gibraltar sea zona de control de emisiones

Verdemar-Ecologistas en Acción está promoviendo en instancias europeas que el Estrecho de Gibraltar sea considerado un área de control de emisión de dióxido de azufre (ECA), como ya lo son el Mar Báltico, el Mar del Norte y el Canal de la Mancha. A partir del 1 de enero de 2015, la normativa para la prevención de la contaminación atmosférica ocasionada por los buques impondrá en estas zonas el uso de combustibles con un contenido máximo del 0,1% de azufre. En el resto del mundo, el tope está en el 3,5%.

El Estrecho de Gibraltar es una de las rutas más transitadas del mundo. Lo cruzan cada año más de 106.000 barcos, al tratarse de lugar de paso obligado de las principales líneas de navegación marítima. De ellos, más de 35.000 son los ferries que conectan la orilla europea con la ciudad autónoma de Ceuta o con Tánger.

Un intenso volumen de tráfico que va en aumento en un canal con apenas 14 kilómetros en su separación más angosta que, de convertirse en ECA, tendría una normativa propia en cuanto a límites de emisiones, más estricta que en las demás zonas globales. Aplicar esta medida al Estrecho puede suponer un revulsivo entre los armadores para que apuesten de manera definitiva por combustibles con bajo contenido en azufre, como el gas natural licuado, o diesel marino que cumplen con los parámetros, aunque a mayor precio.

Esa es la esperanza del grupo ecologista del Campo de Gibraltar. Su portavoz Antonio Muñoz estima que es una medida factible, igual que en su día se consiguió la imposición del doble casco en los petroleros. Verdemar ya ha solicitado la valoración de este asunto a eurodiputados de distintas fuerzas políticas, que se han mostrado dispuestos a moverlo en Bruselas.

Los conservacionistas sustentan su petición en los efectos que aseguran que tiene la contaminación procedente de los buques en el medio ambiente y en la salud pública. Un trabajo realizado en el Campo de Gibraltar junto al Buró Europeo de Medio Ambiente indicaba que las emisiones de los buques por zonas marítimas de la Unión Europea registran niveles preocupantes, coincidiendo con las rutas marítimas más transitadas. Esta afirmación la corrobora un estudio liderado por el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), por encargo de la Agencia Europea de Medio Ambiente. Concluía que las emisiones del intenso tráfico marítimo en el Estrecho de Gibraltar suponen un 10% de las partículas contaminantes del aire, las PM2,5 en la Bahía de Algeciras y del 14% en Melilla. En este estudio, los países cercanos a las zonas ECA no llegan al 2%.

Verdemar considera que las partículas orgánicas procedentes de los buques contribuyen a la concentración de contaminación, afecta a la respiración y es causante de enfermedades, unida a las emisiones provenientes de la industria. El colectivo cree que además esa condensación que se ve en el Estrecho en días de calma puede ser uno de los factores que motiva la seca de arbolado en la última selva virgen de Europa, en el Parque Natural de Los Alcornocales. También al movimiento migratorio de las aves que cruzan el Estrecho de Gibraltar en busca de zonas cálidas.

Por todo ello, Verdemar-Ecologistas en Acción se ha propuesto el objetivo de la consideración del Estrecho de Gibraltar como zona ECA. La normativa desarrollada por el Marine Environment Protection Committee del Anexo VI del convenio Marpol para la Prevención de la Contaminación Atmosférica ocasionada por los Buques que impondrá en estas zonas, a partir del 1 de Enero de 2015, el uso de combustibles con un contenido de 0,1% de azufre. La Unión Europea planea además reducir las emisiones de cara a 2020.