Tánger ofrecerá 1.600 amarres para la náutica deportiva a finales de 2016

Marruecos pisa fuerte en su camino hacia la náutica de recreo y el turismo de cruceros. Para ello, el frente portuario de Tánger se encuentra en pleno proceso de cambio. Basta con asomarse a la terraza del hotel Continental o a la puerta del mar de la Alcazaba para ver las obras, adivinar la futura dársena pesquera y el muelle para cruceros.

Una vez terminadas las obras a finales de 2016, el puerto de Tánger-Ciudad contará con una nueva zona para pesqueros, otra para cruceros y otra para 1.600 amarres, que es algo menos que la ocupación total de las instalaciones deportivas de la Bahía de Algeciras. Esta oferta, que se complementará con hoteles, servicios a la náutica-deportiva, jardines y espacios urbanos ganados a la ciudad, será el resultado de una estrategia portuaria en dos fases que comenzó con la construcción del conocido Tánger-Med y el traslado del tráfico de mercancías y pasajeros a los muelles situados a 45 kilómetros de la ciudad.

La reforma de Tánger-Ciudad supondrá además la rehabilitación de la zona entre la Medina y el puerto y su puesta en valor, que es la segunda fase del proyecto. Desde la Oficina Nacional Marroquí de Turismo, el director de la sede de España, Mohamed Sofi, explicó que el proyecto persigue generar nuevas perspectivas turísticas y favorecer el desarrollo de la industria del crucero. Todo ello con una inversión de 6.200 millones de dirhams, que son más de 550 millones de euros.

Todo ello con el objetivo de que para 2016 los buques de vacaciones supongan un tráfico para sus estadísticas de 300.000 turistas. Una cifra similar a la que acumula en la actualidad el puerto de Gibraltar y que tiene el ambicioso objetivo de crecer hasta los 750.000 pasajeros en el horizonte del año 2020.

Por el momento, las obras se complementan con la continua entrada y salida de los ferries que unen el puerto antiguo de la ciudad de Tánger con Tarifa en apenas 30 minutos. Las obras de reconversión comenzaron en marzo de 2011 y prevén terminarse a finales de 2016. Conforme a las instrucciones del rey Mohammed VI, según recogió la agencia MAP en su día, el proyecto respeta la historia de Tánger, permitirá integrar el puerto en la ciudad y promoverá un desarrollo sostenible.

El puerto pesquero tiene otro plazo. Sus obras se iniciaron en diciembre de 2011 y se espera que estén terminadas en junio de 2014. Se espera que mejoren las condiciones de trabajo de los profesionales y además atraigan inversores. Marruecos espera que el nuevo puerto suponga un gran impacto económico porque también contará con muelles para pesca en alta mar y una zona para mantenimiento de pesqueros tanto de grandes dimensiones como para pesca costera y embarcaciones tradicionales.