Transporte marítimo

Metanol verde, el combustible ecológico que comparten Maersk y Cepsa y que beneficia al Puerto de Algeciras

Recreación de uno de los buques encargados por Maersk.

Recreación de uno de los buques encargados por Maersk. / Maersk

El sector del transporte marítimo se está viendo impulsado con cada vez mayor fuerza, por parte de los reguladores y de los clientes, para avanzar hacia un cambio de modelo que le permita reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. En este contexto, la naviera danesa Maersk, el principal operador de transporte marítimo de mercancías del Puerto de Algeciras a través de la terminal de contenedores de APM y uno de los más importantes del mundo, ha encargado otros seis buques portacontenedores con motores duales que permiten la navegación con metanol verde. Con este pedido, Maersk espera ya la entrega hasta 2025 de 19 buques con motores de estas características para ahorrar 2,3 millones de toneladas de emisiones de CO2 al año.

La noticia es de una gran importancia para el Campo de Gibraltar por dos razones. Primero por la preocupación existente en el Puerto de Algeciras a raíz del establecimiento de un sistema comunitario para controlar y gravar las emisiones de CO2 del transporte marítimo en la Unión Europea, que provocaría la pérdida de hasta un 60% de las operaciones de transbordo de contenedores en las terminales algecireñas en favor del marroquí de Tánger-Med, donde no existe esa medida.

Segundo porque está relacionado con la Estrategia 2030 de Cepsa, cuyo consejero delegado, Maarten Wetselaar, anunció el pasado mes de mayo que el parque energético de San Roque centrará una gran parte de su futuro de aquí al final de la década en la producción de hidrógeno verde, amoníaco verde y metanol verde.

El metanol verde es un combustible bajo en carbono que puede fabricarse a partir de la gasificación de biomasa o de electricidad renovable y dióxido de carbono (CO2) capturado. Se trata de un paso emocionante, ya que el anuncio podría ayudar a ampliar la tecnología del metanol respetuoso con el clima.

El metanol verde ofrece ventajas muy provechosas para el transporte marítimo. Para su mantenimiento, el gas natural licuado (GNL) -hasta ahora, el principal combustible alternativo- requiere un tipo especial de tanque aislado que permita mantener una temperatura extremadamente fría para conservar su estado licuado. Sin embargo, el metanol se mantiene líquido a temperatura y presión ambiente y, por tanto, permite seguir utilizando el almacenamiento y el abastecimiento de combustible convencional con escasas mejores.  

Los seis buques de Maersk serán construidos por Hyundai Heavy Industries (HHI) y tendrán una capacidad nominal de aproximadamente 17.000 teus para reemplazar de forma progresiva a los portacontenedores que vayan alcanzado su vida útil y abandonando la flota. 

"Nuestros clientes esperan que descarbonicemos sus cadenas de suministro, y estos seis buques capaces de operar con metanol verde acelerarán aún más los esfuerzos para ofrecer a nuestros clientes un transporte climáticamente neutral. Se necesita una acción global en esta década para cumplir con el objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global a un aumento de temperatura de 1,5 °C", explicó Henriette Hallberg Thygesen, CEO de Flotas y Marcas Estratégicas en Maersk.

"El metanol verde es la mejor solución de combustible verde para esta década, y estamos emocionados de ver a otros armadores eligiendo este camino. Agrega un mayor impulso a la rápida ampliación de la disponibilidad necesaria para reducir la prima del metanol verde y acelerar la evolución del transporte marítimo neutral para el clima", apostilló Pale Laursen, Jefe de Flota y Oficial Técnico en Maersk, en un comunicado de la compañía. 

Comparado con las capacidades de combustible convencional, el gasto de capital adicional para el metanol está en el rango del 8% al 12%, lo que es “una mejora en comparación con el encargo de ocho buques de la misma tecnología que hizo Maersk el año pasado”, subrayó la compañía.

Maersk ha establecido un objetivo de cero emisiones netas para 2040 en todo el negocio y también ha establecido retos tangibles a corto plazo (2030) que garanticen un progreso significativo. Esto incluye una reducción del 50 % en las emisiones por contenedor transportado en la flota de Maersk Ocean en comparación con 2020 y el principio de ordenar únicamente embarcaciones de nueva construcción que puedan operar con combustibles ecológicos.

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