Fomento apunta a un fallo estructural en el hundimiento del pesquero 'Hermanos Otero'
Un tripulante de origen marroquí desapareció en el accidente, ocurrido en septiembre de 2015
La Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (CIAIM) del Ministerio de Fomento apunta a un fallo estructural como hipótesis no comprobada del hundimiento del pesquero Hermanos Otero, ocurrido en aguas del Estrecho de Gibraltar en septiembre de 2015. En este naufragio desapareció un marinero de origen marroquí que, pese a los rastreos de Salvamento Marítimo efectuados durante varios días tras el hundimiento, no fue encontrado con vida.
La comisión ha publicado el informe relativo al accidente cuya conclusión principal establece que el barco se fue a pique por una entrada masiva de agua en el compartimento de máquinas, si bien el origen exacto de la vía de agua no se determina -de ahí que se hable de una hipótesis- puesto que de aquel siniestro no quedaron restos que permitieran su peritaje.
Según la reconstrucción efectuada por la comisión, aquel 3 de septiembre de 2015 el Hermanos Otero salió con dos tripulantes, capitán y marinero, desde el puerto de Ceuta rumbo a la lonja de Algeciras para descargar pescado. A tres millas al sureste de Punta Carnero, sobre las 20:50 horas, la embarcación comenzó a escorarse hacia babor. El marinero movió la grúa de popa hacia estribor para tratar de compensar la escora, sin éxito. "A continuación, el patrón pidió al marinero que comprobara la cámara de máquinas por si había agua a pesar de que el motor seguía en marcha. El marinero abrió la escotilla de proa y observó un nivel de agua muy alto", relata el informe.
Según este relato, avisó a gritos al patrón -que estaba en el puesto de mando- para que avisara de la emergencia y a continuación se lanzó al agua agarrado a una boya pero sin chaleco salvavidas ni aro. El capitán, que seguía en el puente de mando, se dio cuenta de que su compañero se había tirado al mar cuando ya le separaban varios metros. Le lanzó lo primero que encontró a mano: un traje de neopreno que había sobre la cubierta y volvió al puente de mando, desde donde llamó a otro armador por teléfono para que diera el aviso de emergencia.
Momentos más tarde, la inundación fue total, la embarcación se escoró a babor y el patrón tuvo que saltar al agua. Se salvó porque aunque se lanzó sin chaleco ni aro salvavidas, se subió a una de las tinas que llevaban pescado y la utilizó como una improvisada balsa salvavidas hasta que, una hora después, fue rescatado por Salvamento Marítimo. Del marinero no hubo rastro.
Los técnicos de Fomento consideran que contribuyó al hundimiento el hecho de que la embarcación no estuviera obligada por su tipología y dimensiones a instalar una alarma de alto nivel de agua en sentina. A la vista del informe, la CIAIM propone a la Dirección General de la Marina Mercante que estudie extender la obligación de este tipo de alarmas a todos los buques y embarcaciones auxiliares de pesca.
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