'La muralla de los prisioneros': Los Barrios acoge el estreno del documental sobre la mano de obra forzada en la posguerra

La película de José Luis Tirado recupera la memoria de los prisioneros republicanos que, tras la Guerra Civil, fueron utilizados como mano de obra forzada en la construcción de fortificaciones militares en el Campo de Gibraltar

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Un momento de la proyección de 'La muralla de los prisioneros'
Un momento de la proyección de 'La muralla de los prisioneros' / Vanessa Pérez
Redacción

Los Barrios, 27 de noviembre 2025 - 21:08

El Campo de Gibraltar se sumó este jueves a la recuperación de una memoria aún parcialmente enterrada. El documental La muralla de los prisioneros, dirigido por José Luis Tirado, se estrenó en los cines Odeón Bahía Plaza de Los Barrios ante una sala prácticamente llena. El Ayuntamiento, organizador del acto, abrió la sala 12 a las 19:00 para proyectar una obra que ya había cosechado un lleno absoluto en Sevilla durante el Festival de Cine Europeo.

El público, formado por vecinos, investigadores, representantes municipales y familiares de represaliados, dirigió un cálido aplauso antes de la proyección al director, que no pudo acudir a esta cita. Tirado, con una trayectoria marcada por el compromiso social —Paralelo 36, Zapal, Gacela del Estrecho—, es el responsable último de este trabajo.

Una memoria reconstruida

El documental, que se adentra en el uso de presos republicanos como mano de obra forzada en la posguerra franquista, expone con crudeza y sensibilidad la realidad de los batallones de trabajadores que, desde 1939, levantaron más de 600 fortificaciones militares a lo largo del litoral del Estrecho. A través de testimonios directos, entrevistas y documentos inéditos, la película revela un episodio que durante décadas permaneció en la sombra.

Entre los especialistas que guían este viaje histórico destaca el asesor del proyecto, José Manuel Algarbani, cronista oficial de Los Barrios y figura de referencia en el estudio de los prisioneros del Estrecho. Junto a él intervienen historiadores de prestigio como José Luis Gutiérrez Molina, José María García Márquez, Pura Sánchez y Jennifer Ballantine, cuyas aportaciones completan el marco académico del relato.

José Manuel Algarbani, colaborador de 'Europa Sur', durante su intervención
José Manuel Algarbani, colaborador de 'Europa Sur', durante su intervención / Vanessa Pérez

El film también recupera voces profundamente íntimas: las de los propios prisioneros. A través de sus escritos —muchos redactados entre alambradas— y del testimonio de familiares, los espectadores se adentran en la vida cotidiana de aquellos hombres sometidos a un sistema disciplinario extremo, obligados a “redimir penas por el trabajo” mientras construían búnkeres, carreteras y baterías militares en un contexto marcado por el temor a un ataque a Gibraltar durante la Segunda Guerra Mundial.

Una historia compartida

El equipo técnico contribuye con solvencia a esa narración coral. La fotografía de Félix Rojo aporta una mirada sobria y luminosa sobre los vestigios que aún permanecen en el paisaje. El montaje, trabajado por Diana Luna y el propio Tirado, articula la estructura del relato con equilibrio, mientras que el sonido de Carli Pérez Varelo y la postproducción de Manuel Pérez Vargas refuerzan la atmósfera documental.

El proyecto ha sido posible gracias a ZAP Producciones, con el apoyo de la Asociación Tierra Olvido, la Diputación de Cádiz, los ayuntamientos de Los Barrios y San Roque y la Mancomunidad de la Janda. Una implicación institucional que, como señaló Tirado tras la proyección, “permite que este capítulo de nuestra historia regrese al lugar donde se vivió”.

La muralla que sigue en pie

Espectadores, durante la tertulia previa a la proyección
Espectadores, durante la tertulia previa a la proyección / Vanessa Pérez

Muchos de los asistentes coincidieron en destacar la emoción de ver proyectada una historia que forma parte del ADN de la comarca. Las fortificaciones, diseminadas aún por montes y acantilados, son —como recuerda el documental— la huella física de los cerca de 30.000 prisioneros republicanos que pasaron por los 43 batallones disciplinarios de la zona entre 1939 y 1944. Lugares que funcionaron, de facto, como campos de concentración.

El estreno concluyó con un breve coloquio en el que el público expresó tanto reconocimiento como deseo de seguir abriendo espacios para esta memoria. “Cada búnker es un recordatorio silencioso —apuntó un asistente—. Este documental les devuelve la voz a quienes la perdieron”.

Con La muralla de los prisioneros, José Luis Tirado y su equipo suman un nuevo eslabón en la larga tarea de iluminar una historia que, pese al paso del tiempo, continúa pidiendo ser contada

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