Los expertos que han diseccionado el nido de avispa asiática (Vespa velutina) retirado la pasada semana de un árbol en la Vega del Golf, en Los Barrios, han concluido que la actuación se produjo a tiempo para evitar su reproducción. 

Esto se sabe porque las reinas aún no habían llegado a abandonarlo, algo que hacen durante el otoño, cuando estas  nuevas hembras reproductoras abandonan el nido en compañía de los machos para aparearse.

La delegación de Medio Ambiente, que dirige Isabel Calvente, ha informado este lunes sobre la apertura y examen del avispero. La localización del mismo fue posible gracias a la colocación de trampas para la detección y eliminación del foco de presencia de esta especie de insecto dentro del término municipal de Los Barrios.

La operación de apertura y disección se ha llevado a cabo en las dependencias de la concejalía de Medio Ambiente, dentro del centro Maestro Quico, y han participado tanto técnicos municipales como personal de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, bajo la dirección, mediante videoconferencia, del experto en control de plagas Manuel Andrade, que asesora al Ayuntamiento en este tema.

Del examen efectuado de este nido, el único detectado hasta la fecha en la comunidad autónoma andaluza, se ha podido constatar que se ha actuado a tiempo para interrumpir el ciclo de reproducción. La disección también ha servido para la toma de muestras pertinentes que serán enviadas a Manuel Andrade, quien llevará a cabo desde Galicia un estudio más extenso que permita conocer la procedencia de estos ejemplares de la especie y otra información que pueda resultar de utilidad e interés.

Calvente ha transmitido, una vez más, su agradecimiento a todos los integrantes del equipo que ha trabajado para encontrar y erradicar el punto de concentración de estas avispas antes de que su existencia haya llegado a convertirse en un problema.

La Vespa velutina es una especie invasora que no representa un peligro potencial para las personas, pero sí atentan contra el ecosistema invadido y amenazan su biodiversidad, dado que se alimentan de otros insectos, como la abeja melífera, y por tanto suponen un perjuicio para la apicultura tradicional que se practica en los campos y montes campogibraltareños.