COMERCIO

Mercadona y Alvernia reparten solidaridad a los mayores de Los Barrios

  • La cadena de distribución colabora de forma diaria con alimentos de primera necesidad para las personas atendidas desde el proyecto

Mercadona, compañía de supermercados físicos y de venta online, dentro de su Modelo Responsable mantiene un compromiso por estar al lado de los colectivos más desfavorecidos. El proyecto Alvernia, desarrollado por el equipo de la Fundación Ramón Díaz de Bustamante, que gestiona residencia de mayores San Ramón de Los Barrios, intenta cubrir varias carencias de la población mayor del municipio como son el alimento y, especialmente, la compañía.

Desde el inicio del proyecto, Mercadona y Alvernia se unieron “en el momento justo”. El supermercado colabora de forma diaria con los alimentos en perfecto estado para consumir que donan desde las tiendas. La fundación recibe una amplia variedad de productos, donde predominan los productos frescos y de proximidad como fruta, verdura, carne, pan o pescado lo que ayuda a elaborar un menú variado cada día. El equipo de cocina de la residencia San Ramón prepara la comida que, posteriormente, será enviada a las casas de las personas que entran dentro del programa.

Además, las personas atendidas comen exactamente lo mismo que los residentes, por lo que el trato recibido es el mismo. En colaboración con la Delegación de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Los Barrios, la fundación elige a los mayores que consideran que necesitan este servicio. Actualmente rondan la decena.

David Salazar, secretario de la fundación, asegura que Alvernia no solo pretende dar de comer a los mayores necesitados, sino que tiene un propósito de dignificación. “Es muy importante la compañía que se les da, el trato con ellos. Son personas que están solas y, en muchos casos, el único trato que tienen es con nosotros”.

“Las personas que trabajan en nuestra cocina son unas auténticas artistas, hacen menús cada día en función de la disponibilidad”, explica orgulloso el secretario de la fundación Ramón Díaz de Bustamante.

Los trabajadores del propio supermercado de Mercadona preparan de forma diaria la entrega en espacios preparados en las cámaras frigoríficas y almacenes identificados para la donación, dando el mismo trato que aquellos que reciben sus clientes habituales. Esta es uno de los pilares de su Modelo Responsable, con el que mantiene un compromiso estando al lado de los colectivos más desfavorecidos.

Manolo Sánchez, empleado de la tienda situada en Los Barrios resalta la “gran satisfacción” que supone para los trabajadores del centro que los alimentos donados aporten a que la fundación pueda desempeñar su labor.

David Salazar destaca la comodidad que para su labor supone el trabajo con la cadena de supermercados: “es una empresa muy profesional y eso es muy importante. Nos entregan siempre los albaranes con los alimentos que se entregan y, cuando viene una inspección, solo ver el nombre de Mercadona ya hace que estén tranquilos porque saben que se cuida mucho”.

También las monjas franciscanas de la residencia reconocen la labor de la empresa. Pilar, una de las hermanas que trabaja en el área de cocina, comenta que “la ayuda es muy importante y el trato de los trabajadores es exquisito”. Además, explica que, cuando participa en la recogida de alimentos, los propios trabajadores insisten en encargarse de cargar la mercancía. “No me dejan coger ni una caja”, asegura entre risas. La hermana superiora, María Gómez, añade que los empleados de Mercadona son “muy eficaces” y reconoce la labor que realizan, que sirve de gran ayuda para ellos.

Las franciscanas son un pilar fundamental de un proyecto cuyo nombre va dedicado a San Francisco de Asís al ser Alvernia un monte italiano muy vinculado a la vida del santo. La belleza del lugar le impresionó, tanto como la bondad del equipo que forma este proyecto que lleva luz a los hogares de los ancianos barreños.

Una ayuda que dignifica

Alvernia se hizo realidad en noviembre de 2022, aunque había nacido meses antes en los que el equipo de la fundación estuvo trabajando para adecuarse a todas las normativas correspondientes. La idea era llegar a los mayores que están solos ayudándoles y dignificándoles haciéndoles la comida y acompañándoles.

Uno de los puntos clave del proyecto es la confidencialidad del voluntariado de la Fundación. Para evitar la estigmatización social que para muchas personas puede suponer hacer cola para comer y conscientes de que hoy en día la pobreza es más invisible que nunca, los voluntarios recorren la ciudad en una furgoneta preparada para transportar los alimentos a la casa de los adscritos al programa.

Mercadona cuenta con 51 centros en la provincia de Cádiz, de los cuales 42 ya colaboran con diversas entidades a través de la donación de alimentos de forma diaria. Además, la compañía intensifica su modelo responsable colaborando con Bancos de Alimentos y entidades de toda la provincia de Cádiz, en el pasado ejercicio de 2022 Mercadona donó 713 toneladas de productos de primera necesidad, equivalente a más de 11.800 carros de la compra.

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