La peña Joselito-Manolete, historia viva de La Línea
Fundada en 1954, está inmersa en una importante remodelación desde la llegada de la nueva junta directiva. El año que viene cumplirá 60 años
Joaquín Vega Cruz es presidente de la Peña Taurina Joselito-Manolete desde marzo del año pasado. Socio desde principios de los noventa, depositó toda su confianza en Silverio García para, como él mismo reconoce, "remodelar la sede, renovarla y darle aire fresco". Y Silverio, socio desde el 95 y que fue presidente de la antigua Escuela Taurina, no le defraudó. Por ello, le está enormemente agradecido.
Inaugurada oficialmente el 12 de febrero de 1954, la peña tiene sus orígenes en la emblemática barriada de San Pedro, aunque no está muy claro en qué local o sitio de reunión. Fue en la década de los noventa, en concreto el 11 de marzo de 1994, cuando se trasladó a su sede actual, en la calle Clavel. Haciendo cuentas, Joselito-Manolete cumplirá en 2014 su 60 aniversario, efeméride que quiere celebrarse con una jornada de puertas abiertas.
En estos momentos cuenta con unos ochenta socios frente a los 46 que había cuando aterrizó la nueva junta directiva. Pagan cuatro euros al mes de cuota. "Entre ellos hay gibraltareños, británicos y portugueses", apunta el presidente, que agrega que también hay mujeres. De hecho, las relaciones públicas es una mujer, Luisa Chacón.
En su deseo de revitalizar la sede, la nueva junta directiva que forman diez personas, entre ellas Luis Heredia, al que el presidente agradece mucho su colaboración e implicación, puso en marcha un proceso de remodelación integral de la fachada y el interior. "A Silverio le pedí que me echara un cable y se ha volcado con nosotros. Él se ha encargado de la remodelación", expone.
La fachada ha sido pintada en su totalidad y además se ha instalado un cartel luminoso de seis metros. En cuanto al interior, en cuya mejora se sigue trabajando, las mesas han sido renovadas y la decoración ha dado un giro de 180 grados. "Hacía falta un cambio radical", explica Joaquín Vega, que añade que se está procediendo a la elaboración de un fichero de socios antiguos con el propósito firme de hacer una exposición. Otros objetivos futuros son contactar con otras peñas -en La Línea sólo existe Joselito-Manolete- y, cuando acabe la temporada taurina en octubre, organizar conferencias de matadores de toros y ganaderos y presentaciones de libros. "La idea es convertir la sede en un espacio abierto a todo el mundo, a los que les gusta el mundo del toro y a los que no", manifiesta.
En lo que se refiere a la decoración, la sala principal está dedicada a los dos míticos toreros que dan nombre a la peña: Joselito y Manolete. Antes, ambas figuras estaban separadas y gozaban de pocas fotografías. Silverio García ha aportado muchas nuevas.
En el salón contiguo hay un detalle a destacar: la cabeza de un toro que mató Vicent Charles, un empleado de la RAF Gibraltar que se enamoró de la fiesta, llegó a ser novillero y toreó incluso con Miguelín. Debajo está la foto de Charles, cuya familia visitó la sede para ver estos recuerdos.
Otra pared está dedicada a toreros locales, entre ellos Miguel Campos, Corbacho, Aurelio Núñez, Landrove, Manciño, Duarte, Escarcena y Pacheco. Tampoco falta el maestro Ruiz Miguel, nacido en San Fernando pero afincado hace más de 40 años en Algeciras.
Otro espacio lo ocupan novilleros con y sin caballo y picadores locales, entre ellos Juan José Esquivel, reconocido tanto en España como en Francia y que está en activo en la cuadrilla de Rafaelillo. "La idea es que en la sede estén representadas todas las personas que participan y son importantes en la celebración de este festejo que tanto queremos", dice Vega.
No faltan fotografías de toreros de renombre, entre ellas una firmada por José Tomas. También están presentes la Escuela Taurina y Alicia López, que fue reina de la peña y de la Velada y Fiestas en 1989.
Por otro lado, el almacén se ha convertido en un despacho y archivo donde las personas interesadas pueden realizar cualquier consulta. La información está clasificada por año. Además, Pepe Salguero ha donado tres libros y un cuadro pintado por él.
De otra parte, se han retirado enseres que no tenían nada que ver con el mundo del toro, se ha adquirido un televisor y se ha cambiado la iluminación, ya que según cuenta el presidente entre risas, "antes para entrar aquí hacía falta un casco de minero". En la sede también se recuerda a su única presidenta, Lupe Lupita Rompinelli, rejoneadora que se crió en La Línea. Lupita, a la que su pasión por el toreo la llevó a hacer las Américas, se hizo famosa en la ciudad al lanzarse como espontánea en la plaza el 7 de noviembre del 56.
La junta directiva, que celebrará la Feria con una copa, ha realizado además una auditoría.
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