El linense que abrazó el sueño americano

Linenses por el mundo

David García Moyano desembarcó en Miami (Florida) en 2005 para ejercer de profesor, pero desencantado del sistema educativo, hoy es propietario de una productiva empresa de fumigación y fertilización que le permite llevar un tren de vida que "no hubiese soñado" en España

García Moyano, junto a uno de los vehículos de su empresa de jardinería.
García Moyano, junto a uno de los vehículos de su empresa de jardinería.
Rubén J. Almagro

19 de mayo 2014 - 01:00

DAVID García Moyano es uno de los ejemplos de linenses que han sido capaces de conquistar ese gran sueño americano del que tanto se oye hablar en las películas. Llegó en 2005 a Estados Unidos para ejercer como profesor, pero desencantado del sistema educativo norteamericano y con la intención de formar una familia decidió montar una empresa de fumigación y fertilización de jardines, que ya lleva cuatro años funcionando, con dos empleados a su cargo y dos camiones como patrimonio. "La verdad es que lo que he conseguido aquí nunca me lo hubiera imaginado en España, sobre todo por cómo está el trabajo en nuestra tierra hoy en día", recalca. "Vine a trabajar de maestro y ahora me consideran poco menos que un doctor en plantas".

David García Moyano, de 38 años, comenzó sus estudios en el colegio público Carlos V, para pasar posteriormente por el IES Mar de Poniente y formarse como profesor de Educación Física en la Escuela de Magisterio Virgen de Europa de La Línea. Con el título bajo el brazo en 2005 decidió cruzar el Atlántico para trabajar en Miami (Florida) gracias a un convenio que permite el desembarco de profesores visitantes en Estados Unidos.

"Desgraciadamente el trabajo de educación en USA no era lo que yo me esperaba y tras conocer a la que hoy es mi esposa decidí quedarme e intentar superarme, porque vi que este país podría darme otra oportunidad.... y así fue, no sin antes sufrir de lo grande al estar sin trabajo en un país desconocido, algo que produce mucha angustia", relata.

"Tuve la oportunidad de adquirir conocimientos sobre el control de plagas de los jardines y gracias a que me atraía la biología, me convertí en un experto en cuidar plantas y eso lo traduje en crear mi propio negocio de fumigación y fertilización de jardines, una empresa que lleva cuatro años funcionando y que tiene dos camiones y dos empleados", recalca con orgullo.

Preguntado por su salida de la ciudad hace ya casi una década, responde de inmediato: "Dejé La Línea en uno de los mejores momentos que he conocido de la ciudad, con el exalcalde Juan Carlos Juarez al frente", recalca el protagonista. "Soy conocedor de que ahora la ciudad pasa por un gran bajón tanto en lo que se refiere a la posibilidad de trabajar como a seguridad ciudadana, lo que me da mucha lástima como linense".

"Echo muchos a mi familia, a mis amigos y a mi Balona, a la que sigo jornada a jornada y a la que en su momento acompañaba en un autobús por toda Andalucía con los Pichigüey", evoca, en una referencia al equipo de fútbol que se antoja casi obligada a todo bien linense.

"Otra de las cosas que añoro es la Semana Santa, porque fue costalero de la Flagelación, a cuya junta de gobierno pertenecí, y de la Oración en el Huerto durante casi diez años", apunta.

"En ese mundo cofrade hice muchísimos amigos, a los que por supuesto echo de menos y aprovecho esta oportunidad para mandarles un abrazo, así como a los del colegio o la Escuela de Magisterio, entre ellos el director de cine y humorista Diego Arjona", añade García Moyano.

"Por supuesto también echo de menos el pescaíto frito de los Tomilleros, o un viernes de tapeo en La Chimenea, y cómo no, la Feria", dice lleno de nostalgia.

"Lo que no quiero es que la gente piense que Moyano, que era como me conocía todo el mundo en La Línea, está disfrutando de la playa y de una vida de millonario en Miami porque ni mucho menos es así", subraya. "Me tengo que levantar todo el día a las seis de la mañana y pelear con el tráfico de esta gran ciudad".

"Otra cosa es que mi trabajo me ha permitido conocer a gente famosa, entre ellas a Julio Iglesias, además de que mi empresa hace su labor en la casa de Sylvester Stallone, porque en estos cuatro años he conseguido ser una referencia en lo mío para la gente de Miami Beach o Coral Gables"

"En cualquier caso, ser emigrante no es fácil en Estados Unidos, pero por lo menos tengo lo que siempre soñé: mi propio negocio y crear un familia con mi esposa y mi hijo Javi de tres años", dice con orgullo. "La vida no es perfecta, pero como me enseñó mi padre hay que ser constante y trabajador para asegurarse un plato de comida en la mesa cada día".

"Precisamente la comida es de las cosas que menos añoro, porque aquí hay muchos restaurantes españoles y aunque es verdad que no hay oferta casera, he sido capaz de encontrar hasta jamón ibérico de pata negra, que, eso sí, me costó 1.200 dólares", explica.

"Hay que entender que Miami es una de las ciudades más caras de los Estados Unidos, seguramente como consecuencia del turismo", abunda García Moyano, que antes de despedirse, añade en referencia a la ciudad: "Aunque la temperatura es de 25 grados en invierno y llega a 35 todos los días en verano, lo malo son los huracanes, he pasado temporales de Levante en La Línea, pero no hay comparación, la fuerza de un huracán puede parar una ciudad como ésta durante quince días, como pasó con Katrina en 2005".

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