Un parche para un problema histórico

El delegado territorial de Fomento, Federico Fernández, confirmó la semana pasada que la Junta de Andalucía invertirá un millón de euros para rehabilitar el tramo de la carretera del Higuerón que aún está pendiente de ser desdoblado. Los trabajos consistirán en el arreglo del firme, que está muy deteriorado en algunas zonas, y en el acerado. Aunque el arreglo es necesario, los linenses echan en falta una apuesta decidida para que esta vía sea desdoblada y que el acceso a la ciudad por esta zona sea más fluido. También ayudaría al desarrollo del polígono industrial del Zabal, que con una mejor comunicación podría tener más empresas instaladas.

El desdoble no se ejecutará antes de 2020 porque la Junta no incluyó esta obra en el Plan de Infraestructuras para la Sostenibilidad del Transporte 2014-2020 (Plan Pista), que sin embargo reconoce necesaria esta actuación.

Las obras para desdoblar algo más de dos kilómetros se quedaron pendientes tras la ejecución de la primera fase del proyecto, que permitió que el acceso a La Línea por el Higuerón dejara de ser una carretera peligrosa. Doce años después del inicio de la obra de la primera fase, la segunda aún no tiene fecha ni siquiera de comienzo de redacción del proyecto.

El pasado mes de junio el PP llevó al pleno una moción para instar a la Junta de Andalucía a que finalice el desdoble de la carretera del Higuerón a su paso por el polígono del Zabal. El portavoz socialista, Miguel Tornay, preguntó si el Ayuntamiento había hecho todos los trámites y el edil popular Juan Carlos Valenzuela explicó que no aparece el convenio que supuestamente habían firmado el Ayuntamiento y la administración andaluza a pesar de que se solicitó una copia en reiteradas ocasiones. También indicó que el proyecto se quedó en 2009 a expensas de la ejecución de ese convenio y del pago a los propietarios de los terrenos afectados.

El desdoble de la conocida como carretera del cementerio ha suscitado enfrentamientos entre los partidos de la corporación municipal durante los últimos mandatos. Entre 2009 y 2010, con el PP en el gobierno municipal, los principales problemas para llevar a cabo este proyecto, que aliviaría el tráfico por esta zona de la ciudad, fueron las dificultades para llegar a un acuerdo con los propietarios de las fincas por las que iba a pasar la carretera. El 21 de febrero de 2009 este diario publicó que de un total de 57 terrenos afectados por el trazado el Ayuntamiento había suscrito convenios con 54, por lo que sólo tenían que expropiarse tres. En agosto de ese año el pleno aprobó por mayoría absoluta, con los votos a favor de PP, PSOE y UPL, iniciar el expediente de expropiación por tasación conjunta y el convenio de planteamiento y gestión urbanística para los terrenos afectados por el nuevo vial.

En febrero de 2009 el equipo de gobierno, por entonces del PP, recibió el proyecto una vez que la Dirección General de Carreteras de la Consejería de Obras Públicas dio el visto bueno, pero el asunto no avanzó. En diciembre de ese año el por entonces concejal de Urbanismo Manuel Aguilera, indicó que la Junta de Andalucía aún no había remitido el convenio al Ayuntamiento, instrumento necesario para que el Consistorio efectuara la cesión de los terrenos. Por entonces, según dijo el edil, ya habían pasado más de tres años sin que la Consejería de Obras Públicas hubiera remitido el convenio.

"El compromiso por ambas partes es firme como prueba el trabajo que se ha venido desarrollando, ya que la Junta realizó el proyecto y durante este tiempo hemos conseguido el suelo mediante diversos acuerdos urbanísticos con los propietarios de las parcelas afectadas. Sólo falta conseguir unas parcelas mediante los expedientes de expropiación que estamos realizando", indicó Aguilera en diciembre de 2009.

Las obras de la primera fase de la duplicación de la A-383 dieron comienzo en mayo de 2005 y finalizaron en diciembre de 2006. La Junta invirtió 10,9 millones de euros en el desdoble de la calzada a lo largo de 4,8 kilómetros y en la construcción de dos glorietas, una para conectar con la N-340 y otra en la intersección con el camino de acceso a Santa Margarita, y de dos miradores en la zona alta de la carretera. Para la segunda fase, que consiste en la construcción de una nueva carretera por detrás del cementerio, estaba prevista una inversión de 6 millones de euros, aunque en comisión parlamentaria celebrada a principios de este mes el consejero de Fomento, Felipe López, cifró la actuación en 9 millones. El vial tendría una longitud de unos 2,5 kilómetros, con dos calzadas con dos carriles con aceras de dos metros y un carril bici. En la inversión de un millón de euros prevista para este año el alcalde, Juan Franco, ha solicitado que entre la ejecución de este carril bici.